jueves, 29 de julio de 2010

Buen día princesa

Quiero acompañar este silencio, sin palabras,
y presentarme como un ángel recién nacido buscando el cielo.

Tengo en mis alas las huellas de un camino,
tengo la arena de la orilla del mar,
el llanto de las gaviotas,
el reflejo del rostro dormido de la luna,
tengo un celeste sin fin.

Tengo en mis alas el susurro del viento entre las hojas,
tengo la sombra fugaz de una bandada de palomas que se fue,
tengo tu mirada atenta dibujando el firmamento,
el sonido de una risa y ganas de jugar,
tengo ganas de convertirme en niño.

Tengo en mis alas una esperanza dormida,
una sorpresa al despertar, una llegada inesperada,
una sonrisa guardada para una fecha perdida y anhelada.

Tengo una intención extraña que acompaña mis días,
un ocho por ciento convertido, una oscuridad esperándome
y tu recuerdo que queda por los rincones,
revoloteando como una mariposa extraviada.