viernes, 31 de julio de 2009

Cuanto te amo

Si el mar convierte los secretos en piedras
entonces quiero esta noche, contarle en secreto cuanto te amo:

mientras duermen en la sombra,
como niños, las tiernas aves del aire,
mientras brillan en el agua,
como lagrimas, las tristes estrellas del cielo y
mientras susurran en el viento,
como caricias, las débiles olas del tiempo,

mi amor navega por el alma:

más tierno que el sueño de las aves,
más triste que las lágrimas del cielo y
más débil que el susurro del tiempo.

Estrella fugaz

Creí que conocía este camino,
florecieron tantos recuerdos en tu mirada,
pero un día ante mi alma,
una lluvia de luz desde tus labios
hirió todas mis esperanzas.

Quería ir al sol,
perderme en esa luz infinita,
cegar mis ojos porque sabía que no podía verte
y caminé a oscuras por caminos que aún dormían.

Yo confíaba...
pero me traicionaron mis propios pasos.

Y sacrificando mi última esperanza viva,
sujeté fuerte las cadenas del dolor
hasta enloquecer y sangrar y arrancar para siempre
desde los abismos de mi alma toda la oscuridad del pasado.

Se rompieron mis alas, mi viento,
mi luz, mi voz, mi camino y mi última esperanza...

Caí y ante mis ojos heridos...

Brillabas lejana
como la estrella dormida más triste de la noche,
soñando con la libertad del universo.

Temblabas en silencio
como la luz diamante de una lágrima naciente,
que se aferra con miedo a la oscuridad para no caer...

Mientras yo caía y perdía para siempre mis alas, mi viento,
mi luz, mi voz...

Y así sentí por primera vez,
lejos de tu mirar,
la libertad de viento, la fuerza del mar y
el refugio del campo.

Todavía desciendo por el viento,
perdiéndome en este oscuro camino de sombras,
donde la tuya aún esta ausente.

Otra historia Collage: De la violencia a la alegría

Esta no es una película donde los Collage somos un grupo de superhéroes que lucha por la justicia y esas cosas, además físicamente no estamos aptos, no tenemos superpoderes y nuestros trajes no ocultan armas secretas, a no ser que unos cuantas monedas, el DNI (cuando lo traemos) y los boletos de la Vipusa y la JV entren en esa categoría. Es más, como dije, esta no es una película, es una lectura, plop.

Pero en fin, a pesar de lo simple de nuestras vidas: las cuentas que pagar, las veces que hay que sacar al perro a pasear (cuando nos acordamos) y despertarnos temprano cada día, esta semana hicimos algo distinto que habíamos estado planeando con anticipación y bueno, se sucedieron una serie de situaciones que tuvieron un final simple, feliz e inspirador para mi, por eso es que narro esta historia: De la violencia a la alegría.

Muchos sabrán que el sábado pasado, 27 creo, si mi calendario no es del 2008, tuvimos una Escuela de padres sobre violencia intrafamiliar a cargo de Miss Ruth. Ella encendió la batiseñal, solicitó la presencia del grupo Collage y nosotros acudimos en su ayuda:Fanny, Marilu, Robinson y yo. Y así empezamos a reunirnos en la baticueva del pasadizo del colegio, al lado del salón de Juana Tataje. Recopilamos información, nos repartimos funciones y Miss Ruth nos encargó la realización de un sketch sobre el tema: Violencia Intrafamiliar.

Fue un día domingo, el 14 si no me equivoco, que escribí la historia que quería para el sketch, la llamé "Huida" Una historia violenta y deprimente, con un final que considero tanto inspirador como desolador. Me conmoví mucho escribiéndola... fue triste... lloré al terminarla... me obligué a mi mismo a sentir esas emociones... era necesario para poder transmitir el dolor...

Pero bueno, en fin, la primera persona que leyó la historia fue Miss Fanny y su comentario fue bueno. Cuando Miss Ruth la leyó, la aprobó pero decidió que la historia iría como un caso y pidió la realización de otra historia, una a modo de escenas, donde los diálogos sean el motor de la historia porque yo había profundizado mucho en describir las sensaciones y emociones del protagonista de mi historia y los diálogos eran cortos. No era posible escenificarla. Miss Marilu fue la nueva encargada. Ella aceptó y dijo que tenía la historia perfecta.

Y así fue, exagerando el argumento que me dio Marilu y agregando ciertas especificaciones de Ruth armé un pequeño libreto de cuatro escenas de puro diálogo ambientado en situaciones de violencia intrafamiliar:

Un hombre machista que desprecia y maltrata a su mujer, la cual se desquita con el hijo, mientras el hombre planea vender su negocio para irse de viaje con la amante.

Obviamente el texto estaba lleno de lisuras, insultos, comparaciones... en fin era horrible, una basuuuura... pero eso era el tema: Violencia Intrafamiliar.

Así que, mientras avanzábamos con otras cosas, nos repartimos los papeles... Debemos comprender que no somos actorzazos, no hay Schawznegers, ni Zeta Jones, ni Di Caprios, ni Banderas, ni Andersons, tampoco hay presupuesto para traerlos sino yo hubiera pedido a Wynona Ryder, Kate Winslet, Jhonny Deep e Elijah Wood. Así que sólo éramos nosotros, los simples mortales del Collage: Fanny, la esposa; Robinson, el esposo; Marilu, la amante y yo, el hijo. Muéranse George Lucas y Steven Spielberg.

Y así empezamos a ensayar nuestros papeles. Fanny decía un día que si iba a actuar y luego decía que no. Quité el papel de la amante y Marilu haría de esposa maltratada. Creo que no le gustaba ese papel pero ¿quien lo haría? Era rara la situación de Fanny, un día la convencían, y al día siguiente había que hacerlo otra vez. Y yo no sabía que cambios hacer al libreto.

Pero igual fue divertido ensayar, Marilu y Robinson evitaban decir las lisuras del texto, yo tenía que decirle mami a ella y papi a él. "Papi no te vayas, te regalo cabello si quieres pero no me dejes por favor" y así, entre el apuro y las risas, decidimos improvisar algunos párrafos, agregamos diálogos al final y nos preparamos para el día estelar, siempre bajo la atenta mirada de Miss Ruth. "Compre sus entradas en Teleticket de Wong y Metro"

Y llegó el sábado: Ese día estuve en el colegio desde la mañana imprimiendo y fotocopiando material para la charla con el profesor Elmer. Vi a Sandra, a Pamela, Fanny estuvo un rato, se disculpó por su ausencia y luego de solucionar algunas situaciones algo confusas que implicaron mi maletín encerrado con candado en la dirección, las copias de unos trípticos y los imperdibles para los solaperos con forma de manitos, comenzaron a llegar Margarita, Marilu, Jossy, Mercedes, Ruth y Robinson y pudimos dejar todo listo. Estaban llegando los primeros padres, Juana Tataje llegó con su buzo del colegio, también llegaron Gladys, Ana y Lourdes.

Íbamos a comenzar: Miss Ruth pidió un agua Cielo sin gas y un Halls, Robinson estaba al terno, Margarita había aceptado el papel de la amante, Marilu, siempre tan ella, tan ella, llenó un platito descartable de Chizitos para la escena donde el esposo desprecia la comida: El CauCau de Chizitos. Yo no me acordaba bien mis textos, ja, ja, yo había escrito la historia, sólo eran 3 o 4 líneas cortas y no las había memorizado, Can you believe it?.

Y llegó el momento estelar:

En la primera escena Robinson llegaba molesto del trabajo, quejándose de un día fatal y desde el primer párrafo estaban cambiando el texto de mi libreto, fue divertido porque él adaptó el personaje e interactuó con los padres de una forma en que la situación se tornó amena y agradable a pesar del contenido. Marilu le ofreció el plato de CauCau de Chizitos y él los hizo volar por el aire, fue genial, conquistaron al público desde la primera escena, el sketch era más divertido que violento. Luego llegó la parte de los insultos, Robinson la hizo bien, se que fue fuerte, creí que tenía que serlo y por eso la escribí con frases bruscas e hirientes, Marilu se mantenía en el papel y a pesar de las risas lograron transmitir esa situación tan crítica en la que los miembros de una familia no hallan la manera de entenderse y se lastiman entre sí. La escena terminaba cuando Robinson la golpea porque está harto de sus errores.

En la segunda escena Robinson hablaba por celular con la amante: Miss Margarita. No sé que pasó en ese momento porque él tuvo que decir "Aló" varias veces para que ella responda, logró adaptarse muy bien al personaje, me encantó cuando propuso que se encuentren en el ovalo y Robinson se negó argumentando que era muy cerca y se exponía a que lo vieran. Todos nos divertimos.

En la tercera escena, Marilu apareció con su rostro maquillado de golpes que mi "papi" le había dado, yo tenía que molestarla para que me ayude a hacer la tarea, tenía que compararla con la miss de mi colegio hasta provocar que exploté y reaccione violentamente. Ella lo hizo muy bien, me mandó a mi cuarto castigado y sin cenar CauCau de Chizitos. Yo quería.

En la cuarta escena Robinsón se encontró con Margarita en el parque y le contó sus planes de vender la tienda, irse al norte con ella, poner un negocio y llevarme con ellos para que me cuide la abuela. Que mal papi, que mal.

En la quinta escena Robinson llegaba para despedirse. Marilu arreglaba esmeradamente la casa y se portaba complaciente, tratándolo bien, dándole masajitos en la espalda pero él destruía, con sus palabras cualquier intento de reconciliación: "He conocido a otra mujer". Fue genial, ella se soltó el cabello como molestándose, se metió en el personaje, reclamó, intentó comprender, prometió cambiar y luego cuando vio todo perdido se sentó a llorar en una silla mientras él repetía que tenía derecho a rehacer su vida. En ese momento entré yo y pregunte que pasaba mientras Robinson se alejaba diciendo que todo era culpa de ella, ambos lo abrazamos pidiéndole que no se vaya, prometiendo muchas cosas, intentando detenerlo pero él se alejaba más y finalmente nos abandonaba...

Una historia deprimente y violenta se había vuelto amena y divertida gracias a la magia de Marilu, Margarita y Robinson en escena. Habían cambiado mi libreto, modificaron mis textos y la esencia de la violencia se convirtió en alegría. A eso yo le llamo magia.

Y así una historia que fue contada por Marilu, modificada por Ruth y escrita por mí, fue nuevamente alterada por los actores para un gran público. Finalmente no fue lo que yo había planeado, lo convirtieron en algo mejor... Es genial sentirse mágico a veces.

Luis Vara. sorry si olvidé algunas cosas.
Domingo 28 de junio del 2009
Jars of Clay - "Waiting for the World to fall"
David Archuletta - "Fallen for grace"
One Republic - "Say (All I need)"

Wait me... la historia que no puedo contar

Esta es la historia que no quiero olvidar pero que no puedo contar

"Eres la bruja del mal más linda y tierna del espejo hablador
y has de saber que a tu conjuro respondo con una flor"

Ilusión, como podría olvidar ese nombre ¿de verdad te llamas así? Le pregunté, una dulce aprendiz de bruja, una torpe y divertida joven implicada en asuntos de la magia, incapaz de controlar sus propias habilidades pero dueña de la sonrisa triste más hermosa que he conocido en mi corta pero últimamente intensa vida.

Mi nombre es Lud -le dije -también soy aprendiz, investigación de habilidades ocultas, no te puedo decir más.

Era el día 24 del segundo mes del calendario lunar y había terminado la conferencia de magia, salimos rodeados de magos, hechiceros, brujas, almas, ángeles, centauros, medusas, grifos, pegasos, ogros, elfos, hobbitts y todo tipo de criaturas que nos hacían sentir que de alguna forma éramos los más débiles del lugar, los más simplemente humanos.

-Quiero escapar de aquí –me dijo.

-Vamos al mar -respondí –estamos cerca y sé como llegar.

Y así, recorrimos sin prisa las calles, plazas y parques mirando a los mimos danzar con sus movimientos elegantes, a la gente en los monociclos avanzando y retrocediendo sin ritmo, a los que llevan caras tristes como viejas máscaras sobre su rostro verdadero, a los vendedores y charlatanes, a los que ofrecen pinturas muertas de paisajes vivos, a los que venden libros que hablan sin voz y a los que juegan con grandes llamaradas de fuego. Era extraño, íbamos sin prisa pero queríamos llegar a ese destino que nos esperaba en el mar.

-¿Sabes levitar?- pregunté.

-Aún no he aprendido -

-¿Y como vas a bajar? -

-¿Adonde? -

-Al mar, estamos en un acantilado, debemos descender -

La visión del mar dominaba el horizonte como un camino hacia el infinito, caminábamos por el borde del precipicio mirándolo a lo lejos y parecía un gigantesco niño dormido, su respiración era lenta, tan tierna como si hubiera sido conquistado por la paz, el suave vaivén de las olas era lo más rítmico y triste del lugar después de su sonrisa.

Ilusión se quedo detenida por un momento… había un extraño ser con las manos en posición de rezo arrodillado en el borde de aquel abismo ¿Qué va a hacer este loco? Pregunté y de pronto aquel extraño abrió los brazos, dirigió su mirada hacia el cielo, sucedió un destello en su cuerpo y un par de grandes alas blancas adornadas de estrellas se desplegaron en su espalda, era un ángel que se lanzó hacia el cielo y se alzó por encima de la ciudad recorriendo el viento con una libertad y una fuerza increíble. Era un ángel y yo no lo había notado.

Ella lo contemplaba navegando por el cielo y en su mirada reposaba un deseo y una promesa, un anhelo tan nítido ante mis ojos.

-¿Quieres volar verdad? –pregunté.

-Aún no se levitar y a veces me tropiezo caminando- respondió con una sonrisa tímida

-¿Quieres volar? – insistí

-Si, y voy a aprender a hacerlo, el día que lo logre ¿saltarías conmigo al precipicio? – sonrío aún más, mirándome.

-Creo que no tengo más posibilidades que tú para convertirme en ángel pero talvez lo intentaría y sí, saltaría contigo, supongo que dominaré mejor la levitación pero si me pasa algo tú vas a devolverle el alma a mi cuerpo ¿sabes hacer eso verdad?

No recuerdo si le dije que se vería celestial con un par de alas de ángel adornando su belleza y su sonrisa. Talvez no, pero ese día fue la primera promesa, nos convertiríamos en ángeles aunque sea sólo una vez para recorrer el cielo y ser libres.

Seguíamos avanzando mientras contemplábamos el mar y encontramos una vieja escalera que yacía dormida sobre el suelo. Ilusión me entregó su bolsa y sus sandalias y descendió descalza mientras yo bajaba levitando poco a poco. Era un juego hermoso, como dos estrellas que se encuentran y comienzan a girar y a recorrer lentamente la oscuridad del universo. A mitad del camino encontramos un campo muerto lleno de palabras y frases escritas con piedras, había muchas promesas de amor, muchos nombres mirando hacia el cielo y le pedí que escribiera algo, lo que sea que ella desee y aunque no estuvo segura al inicio, ingresó y comenzó a juntar sus piedras, llevándolas de un lado a otro, acomodándolas, jugando… Desde ese momento yo la estaba cuidando… mientras ella jugaba con las piedras a dejarle un mensaje al cielo y al mar… mientras me conquistaba su ternura… Era un ángel y yo no lo había notado.

Marco y Johanna

Ellos vivían en una modesta casita de alguna parte, pasando cada día entre los altos y bajos de la vida, las noticias de la ciudad y los sueños del futuro.

Así, Marco de 15 años, vivía en su pequeño espacio de universo, compartiendo experiencias, aprendiendo entre risas y lágrimas, del ejemplo de su madre, Johanna, una joven madre de tierna sonrisa y sueños extraños, una mujer luchadora que no se rendía ante las adversidades de la vida.

Sin embargo, las sombras, como producto inherente de la luz, se posan siempre sobre las vidas de la gente que tiene esperanza y Marco, influenciado por los tipos de la ciudad comenzó a cambiar su comportamiento y, sintiéndose equivocadamente aprisionado en el amor de su madre, intentando buscar la libertad de ser el mismo.

De pronto, todo era extraño y hasta malo, Marco llegaba tarde de la escuela, inventaba excusas pero todos lo sabían: estaba en una pandilla, se metía en peleas y sus amigos lo fueron acercando lentamente a la violencia, el alcohol y las drogas.

Para él, ahora su madre era un obstáculo para alcanzar la libertad; para ella, el niño que iluminaba sus ojos había sido capturado por la maldad. Era una situación desconocida para ambos, no sabían como reaccionar y ambos cometían errores que iban destruyendo la relación hasta deteriorarla a un punto irreconciliable.

Marco se quejaba por todo: la comida, la ropa, el dinero y las palabras tiernas de Johanna, sus suplicas, no bastaban para aliviarlo. Un sincero "te amo" había perdido valor y la rabia y el dolor poseían los corazones de ambos.

"Te amo" decía ella, cada vez que lo veía y él ya no respondía con la sonrisa de antes, ya no corría a sus brazos, sólo la miraba y un nudo de sentimientos se trababan en su corazón: no, él no debía ser débil, ya no quería sus caricias, él ya no era "el hijito de mamá", la pandilla era primero, ideas equivocadas, y se marchaba. Ella lo miraba alejarse y el tiempo, se pasaba tan rápido, entre un trabajo y otro, el tiempo era lo que faltaba, la oportunidad de sentarse a conversar, un domingo quizás, pero no era posible, él salía con los amigos o ella no llegaba de trabajar, todo se volvió rutina y ambos se perdieron el uno del otro.

El dinero comenzó a faltar, a perderse extrañamente, era él. ¿Que puedo hacer? preguntaba Johanna con lágrimas en los ojos ¿cuando pasó esto?, ¿donde está el hijo que me amaba?, ¿cuando termina esta pesadilla? y muchas preguntas se sucedieron una tras otra... ninguna fue respondida.

Para Marco cada día pasaba como una nube por su cabeza, girando lentamente y de vez en cuando alguna tormenta llegaba a animar sus momentos, las emociones eran pasajeras pero los recuerdos perduraban, la diversión, las luces, la sensación, los roces, la abstracción y lo dulce de lo desconocido dominaban su entorno.

Es cierto que al inicio él no quería luchar, pero el hecho de estar ahí te obligaba a hacerlo, te obligaba a defenderte y luego no podías parar y la violencia se apoderaba de tus fuerzas, él tenía que ser superior, como sea, a como de lugar, derrumbando muros a golpes si fuera necesario, hasta con sus últimas energías. En su mente todo era un obstáculo en su camino hacia la libertad.

Y fue así cuando la conoció: una extraña princesa con el alma llena de destrucción, la hija extraviada de algún político bien posicionado, una rara rosa de espinas venenosas, delicioso sabor de desafío, ¿lucharías por mi? le preguntó ¿Me regalarías lo más hermoso que el Díos te ha dado?...

La mañana siguiente Marco tocaba débilmente la puerta de su casa, estaba todo golpeado y se arrastraba con las últimas fuerzas que le habían dejado, ingresó y se dejó caer en los brazos de su madre. Johanna lloraba intentando entender algo de lo que decía su hijo. Lo acostó, lavó sus heridas y lo cuidó todo el día, mientras él dormía. Durante la tarde ella se sentó al lado de la cama y empezó a contarle entre lágrimas la historia de ambos. Muchas frases fueron tristes, todas entre lágrimas, todas buscando una explicación ante tanto dolor, todas suplicando las risas del ayer, y al final todas fueron tristes, porque un "te amo", "te perdono", "te extraño" entre lágrimas conmueven incluso a Díos, pero...

Pero en la mente de Marco las drogas de la noche anterior aún hacían efecto y la promesa del regalo maldito lo atormentaba y no lo dejaban atender el manantial de amor que vertía su madre en aquellas palabras...

¿Porqué?...

De pronto, se levantó como una saeta veloz y se dirigió a la cocina, cuando ella llegó hasta él no hubo tiempo para reaccionar, y en ese momento ambos cruzaron miradas. Johanna vio en los ojos de Marco ¿donde estaba el niño de las sonrisas? ¿Se perdió entre lágrimas? ¿Por qué este dolor? ¿No te enseñé a amar?, perdóname suplicó antes de caer al suelo. Y él con las manos húmedas de sangre sujetó el corazón de su madre y arrojó el cuchillo, antes de salir corriendo ante la mirada horrorizada de todos.

¿Porqué?...

De pronto en su mente, mientras corría, la droga dejaba de influir y recordó las palabras que escuchó mientras dormía, todas, una a una, cada suplica y entre lágrimas se detuvo, dejó caer el corazón de su madre al suelo y se arrodilló ante él, el regalo más hermoso que Díos le había dado... estaba muerto.
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Te amo hijo, y te perdono porque tú has sido la alegría más grande que Díos me regaló en la vida.
Nunca olvidaré el día que me diste tu primera sonrisa, el primer día que te tuve entre mis brazos y te sentí vivo, con tu pequeño corazón latiendo junto al mío. Ese día, vi en tus ojitos la luz del amor de Díos, la luz de la vida brillando para mí y lloré de felicidad.

Fue el día más feliz de mi vida, y cuando me dijiste mamá, y cuando empezaste a caminar agarrándote de mis manos con fuerza, y luego empezaste a correr y yo te buscaba por todas partes y tú reías y yo sólo te miraba vivir y sonreía contigo... ¿eras libre verdad? Eras feliz y tu felicidad era la mía

Te extraño... por favor vuelve a sonreír...

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Ahora hijo, te toca seguir solo tu camino por este mundo.
Adiós.
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jueves, 30 de julio de 2009

Primera historia

Recuerdo que, desprevenido llegué a aquel blanco salón de juegos juveniles y la vi: como un homenaje a la belleza, una Venus moderna y agresiva, cuestionante e impulsiva que me mandó a un lugar al cual no acostumbro ir, por no ayudarle a contestar las preguntas del examen. Rayos, no era mi obligación y además no sabía la respuesta.

Recuerdo que esa misma tarde, la descubrí en el autobús, con sus ojos obsesionados en la lectura, no me acerqué, sólo la observé. Al bajarse, me senté en el lugar que ella dejaba y había escrito en el respaldar del asiento delantero un mensaje: "Sorry, no fue tu culpa, voy a estudiar para la próxima vez" Me levanté como pude para verla, buscando por todos los horizontes posibles y no estaba más.

El autobús se alejó y las nubes, el atardecer, los edificios sombríos, la perspectiva y sus letras acompañaron mis pensamientos hacia "California" mientras en el inmenso mural celeste todos los colores se combinaban con las estrellas como un graffiti hacia el infinito.

Recuerdo que, luego conversamos para ayudarnos a estudiar, fue una cosa nueva, rara y divertida. Así cada atardecer cuando el sol y el cielo se perdían en miles y miles de colores, aquellas grafías y símbolos de nuestros libros y cuadernos eran tema de debate, discusión, risa e incluso asombro. Descubrí tantas cosas con ella, las sombrías y opacas tardes podían ser bellas y llenas de color, de vida.

Recuerdo como nos gustaban las baladas de Westlife y las canciones de Linkin Park o Limp Bizkit, era genial. Aún no entiendo como es que no le gustaba el Chocman, por Dios. Su actor favorito: Leo Di Caprio, su película: Romeo y Julieta, su lenguaje: la sonrisa.

Afuera, el mundo sucumbía en colores, formas, sueños, promesas y recuerdos… y de a pocos fui perdiendo mi verdad, pero ¿Cual era mi verdad? ¿Había una? Talvez no debí saltar la cerca, porque me equivoqué y aún recuerdo su preocupación, su insistencia y su decepción. Está bien, lo confieso, ella llamó para que me recojan, porque esa noche sólo sé que se multiplicaron las figuras por cien y no recuerdo más. Luego cada uno contó una versión peor, que nadé en un mar de copas, que hice el espectáculo de la fiesta, que no escuché razones, que mi viejo me sacó de ahí a la fuerza, que hablé tonterías, y vomité ¡wow! La única versión más o menos divertida fue la que ella me contó durante dos horas de resaca maldita. Nunca antes me había disculpado tanto.

Fuimos a "California" para su cumpleaños, recorrí con su nombre una pared, descubriendo miles de formas y colores diferentes y así quedo para siempre en mi recuerdo esa palabra tan hermosa con la que hasta hoy la llamo: Sam. Fue uno de los momentos más intensos de mi vida, estar ahí con ella, pintar un graffiti frente al mar por la tarde, fue como una realización, me sentí feliz, hay sonrisas que son inevitables.

Recuerdo que me enteré, hay despedidas inevitables pensé, íbamos a pintar el mural del concierto de música cristiana que ofrecía la promo para recaudar fondos. Ella llegó temprano, estábamos listos y comenzamos a pintar en silencio, recordando nuestros "viejos éxitos": El gato del papelógrafo, el logo de la promo, las letras de las paredes, el concurso de la primavera, demonios… fueron tantas cosas. Si voy a irme, dijo sonriendo, quiero recordar lo más hermoso.

Y recordó aquella divertida vez en que los pinceles pasaron del mural a nuestros rostros, ese día quedamos hechos como unos murales humanos, muy divertidos por cierto, de esos que no hay en "California" Reímos tanto ese día, fue hermoso.

De pronto los pensamientos y recuerdos se callaron, el viento acariciaba las hojas secas del otoño, nuestras manos habían coincidido en una línea… hay destinos que son inevitables, como el de las hojas que se dejan llevar por el viento, y se juntaron las miradas, las manos, los colores, los pensamientos… y el corazón, entonces, sólo entonces la amé, la amé en los labios, en el mundo, en el universo y en la eternidad, suave, muy suave y lentamente.

Luis Vara
Escrito originalmente en el año 2002.
Shakira – Underneath your clothes (2002)
Dishwalla – Mad Life (2009)

La gotita más veloz

He pensado que nuestra vida podría ser como una pequeña gota de agua que viene del cielo con un futuro incierto, de modo que podríamos llegar a un río y dejarnos arrastrar, podríamos estrellarnos en una piedra y secarnos al sol o talvez, podríamos llegar a una hermosa flor, volvernos parte de su vida, y ayudarla a florecer, a llenarse de colores y a sonreír cada día.

Lo bueno de ser una gota es que tienes muchas oportunidades: si te dejaste arrastrar por un río, tarde o temprano llegas al mar, desde donde vuelves al cielo; si te estrellaste en una roca y el calor te secó, te evaporaste y ahora estás en el cielo, listo para llover de nuevo. Pero si llegaste a la hermosa flor ¿quisieras volver al cielo?

A mi me encantaría permanecer en algún pétalo de esa flor acompañándola cada amanecer, poder sonreír al sol y abrigarme por la tarde, dormir en la oscuridad, bañarme de rocío, conocer otras gotitas. Y en otoño, desprenderme de ella y volar por los caminos del viento hacia donde quiera llevarme el destino, talvez de nuevo hacia el cielo.

Entonces desde mi nube, miraría el mundo entero, deseosa de caer nuevamente entre millones y millones de estrellitas de agua, buscando una vez más ese destino que dejó recuerdos hermosos en mi memoria, buscando los colores de cada amanecer, buscando las hojas húmedas del rocío, buscando esa sonrisa, buscándote...

Y volaría por el cielo más rápido que las demás gotitas...
Sonreiría al verte...

Y la historia se repetiría... o talvez me quedaría dándote vida para siempre, saludando a mi nube mientras pasea por el cielo.

Viernes, 17 de abril del 2009
4:23 a.m.
Three doors down – Here without you
Luis Vara

Huida

Esa noche estaba destrozado, no podía creer lo que acababa de vivir, no estaba en casa, refugiado en la calle, víctima de todos ahí, sin rumbo, permanecí en la oscuridad intentando comprender con la impotencia de mi mente aun inocente las razones de la barbarie que había vivido y nadie, nadie se acercó a ayudar.

¡No voy a volver! ¡No voy a volver! me prometí a mi mismo tantas veces, no recuerdo haber llorado tanto como esa noche, nunca más, me abracé a mi mismo con tanta fuerza intentando encontrar ese amor que faltaba dentro de mi y creo que lo encontré porque la fuerza que me impulsó a salir de ahí aún mueve mis pasos, talvez aún tengo miedo y sigo huyendo pero estoy vivo y esa es una oportunidad para ser feliz, así que esta es mi historia.

Esa noche hacía la tarea con mamá, ya era algo tarde, debí quedarme dormido pero estaba atrasado y poniéndome al día se pasó el tiempo, papá llegó borracho, caminaba desorientado, sus ojos no sabían a donde mirar, apestaba horrible y estaba todo desarreglado, igual que el amigo que lo acompañaba. Se detuvo a mi costado mirándome como si fuera un desconocido, "hijito mió" dijo, me dio un beso en la frente y se fue al sillón a seguir tomando con su amigo.

-¡Mujer! -vociferó, mientras mamá le atendía inmediatamente- deja ese mocoso y ven con tu marido. Mamá se acercó y él con un gesto le pidió que se sentará en sus piernas, le dijo algo al oído, se notaba que ella tampoco soportaba su aliento pero no decía nada, se levantó y se fue hacía la cocina, no estaba contenta, ambos teníamos miedo. Quería seguir haciendo la tarea pero no podía y no me di cuenta que me había quedado mirándolos.

-¿Que me miras?- gritó, yo volteé hacia la mesa rápidamente- ese es mi hijo carajo, va a ser un machazo como su padre, le van a llover las mujeres, ay carajo que se cuiden las faldas ¿verdad hijo? - yo lo miré intentando una sonrisa, la respuesta que quería era obvia así que moví la cabeza afirmativamente y volví al cuaderno, no recuerdo que quería escribir pero ya no podía hacerlo, estaban hablando de mí, siempre hablaba de mi con sus amigos, que yo iba a ser como él, un machazo como ninguno y todos me admirarían y envidiarían, iría a muchas fiestas, tomaría incluso más que él, me amanecería y despertaría en la cama de la mujer de un amigo, siempre se reían de eso. Cuando me di cuenta había rayado el cuaderno con el lápiz, no se porque tuve tanto miedo de esa línea que se dibujó, intente borrarla pero me desesperé por hacerlo y terminé rompiendo la hoja. Estaba temblando frente al cuaderno, sólo quería ocultar mi error pero el miedo me estaba dominando, una lágrima traicionera se deslizó por mi mejilla, ya no había forma de ocultarlo, me eché sobre la mesa e intenté contener el llanto apretando los dientes y los puños, y lo conseguí.

-¿Que pasa hijo?- preguntó al darse cuenta, fingí un bostezo y sobándome los ojos respondí que tenía sueño, cerré el cuaderno y me dirigía a mi cuarto cuando habló.

-Hijo, ¿cuantos años tienes? ¿ocho verdad?- afirmé con la cabeza -pues ya eres todo un hombre hijo,- aún recuerdo su sonrisa de ese momento, aún no la puedo borrar.

-Acércate- ordenó mientras servía un vaso de cerveza hasta el tope, el liquido se agitaba al caer, golpeando desesperado y subiendo por las paredes como queriendo escapar, como el miedo dentro de mi. Recibí con ambas manos el vaso, sabía que no podía negarme y él esperaba atentamente: sus ojos fijos, sus manos quietas, su boca entreabierta, me observaba, yo era su espectáculo. Cerré los ojos, sentí ese olor e intenté beber un sorbo, ya tenía el vaso en los labios cuando me lo quitaron, era mamá, se tomó la cerveza de un sorbo, hizo un gesto de asco, sacudió el vaso y se lo devolvió. Comprendí que intentaba salvarme así que di media vuelta y quise ir a mi cuarto, pero él me llamó:

-Hijo, ven acá- volteé y era obvio, el estaba molesto sirviendo otro vaso mientras se ponía de pie, ella no sabía que decidir y el amigo dormía en el sillón como un perro de la calle.

-Hijo ven- repitió, no me moví y mamá no esperó, lo abrazó cariñosamente besándole en la mejilla, intentando detenerlo pero él siguió avanzando hasta mi y ofreció el vaso sonriendo nuevamente -vamos hijito tu puedes, coge el vaso.

-Amor por favor, déjalo que se vaya a dormir, tiene clases mañana ¿como va a ir?, además aquí nos va a molestar, mejor nos quedamos solos, amor por favor- suplicó mamá.

-Está bien, pero sólo uno, un vasito, por Dios, ya es todo un hombre y tiene que aprender de su padre pues ¿si no es ahora cuando? sino crecen y salen maricas o huevones y después nadie los respeta ¡y a mi hijo lo van a respetar carajo!
¿entiendes? vamos hijito coge el vaso, sólo este y te vas a dormir ¿si? tu puedes- suplicó posando el vaso sobre mis labios,
tenía que tomarlo, no había opción, fue asqueroso, obsceno, pero lo logré, no quería que se moleste con mamá y le pegue como siempre, así que tomé el vaso por mi cuenta y fui valiente porque lo levanté hasta terminar todo y me sentí feliz de haber salvado a mamá siquiera por esa noche. Tenía esa esperanza.

Entré a mi cuarto y me eché en la cama, me dolía la cabeza y sentía que me caía a pesar de estar recostado, bastaba un
segundo de calma para sentir que mi cuerpo iba hacia un abismo y me movía, me acomodaba buscando una posición, una situación en la que me sienta seguro pero no la encontraba, no podía salir de mi mismo. El líquido, la cerveza estaba dentro de mi, era yo el que estaba mal, no el mundo exterior y todo se removía como un temblor interminable que me rodeaba y me perseguía aún con los ojos cerrados, aún apretando los dientes, aún debajo de la almohada.

De pronto, unos gritos rompieron el silencio de la oscuridad, otra vez estaban discutiendo, mi sacrificio no había servido de nada ¡estúpidos! estúpidos, era obvio que su destino era destruirse, par de ciegos.

-¿Papá...? ¿mamá...? -le pregunté a la oscuridad que me rodeaba y los gritos se incrementaban tragando mis palabras, podía oír golpes, llanto, súplicas, tenía que hacer algo pero ¿como? me caí de la cama, estaba asustado, mis pasos se resbalaban, iba de un lado a otro, sabía donde estaba la puerta pero el camino recto se convirtió en un laberinto ante mis ojos, me apoyé en la pared y avancé por raciocinio, por desesperación, salí a la sala y estaba el amigo de mi papá sentado sirviéndose un trago.

-Esto pasa cuando las mujeres son unas zorras como tu madre- dijo cuando me vio y siguió tomando, yo estaba apoyado en la pared y avancé como pude agarrándome de lo que encontré en el camino hasta llegar a su cuarto.

La puerta estaba abierta. Me quedé detenido ahí. No pude reaccionar.

-¿Ya ves?- dijo el tipo del sillón entre risas- eso pasa cuando no se portan bien. Mamá ya no gritaba, no decía nada, no se
movía, no se defendía, pero él no se detenía, seguía golpeando su cuerpo, como un salvaje, como un animal, como una bestia sedienta de sangre frente a un saco de órganos sin vida. Una lágrima solitaria se deslizaba por mi mejilla.

-¿Mamá?- pregunté tímidamente temiendo lo peor, fue una voz leve, recuerdo que, creo que ni siquiera moví los labios, pero él me escucho y volteó, había algo en sus ojos que no había visto antes pero entendí que la siguiente victima era yo. Cogió una botella vacía y con toda su fuerza la lanzó hacia mí.

-¡No llores maricón!- gritó y la botella explotó en la esquina de la puerta.

Entonces hubo una voz, una última palabra, un deseo que no olvido, una orden que hasta hoy obedezco, la ley que ha marcado mi vida. Él se acercaba y mamá, desde el suelo, con sus últimas fuerzas gritó: ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!

Fue lo único que me hizo reaccionar. Cuando tu corazón está tan lleno de rabia, miedo, dolor y confusión a veces es mejor huir así que apreté mis puños, me di vuelta y salí corriendo como pude, corrí por la calle, corrí sin rumbo, sin esperanza, sabiendo que estaba perdido y que cada vez me perdía más pero no me detuve. Vi luces, gente, autos, líneas, postes, tiendas, veredas, pistas y su voz no se iba de mi mente ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre! para siempre, lejos de todo esto, lejos de mi.

Corre a donde no sientas miedo, a donde te reciban con amor y te brinden esperanza. Corre, busca, encuéntrate a ti mismo, olvida y si vas a recordar lo malo, que sirva para enseñar a los demás a alejarse del sufrimiento…

Y así llegué hasta donde ustedes me encontraron esa mañana, sin fuerzas, con la cabeza y las piernas adoloridas. Aún estaba llorando.

Mamá, perdóname porque todavía estoy huyendo, me siento débil, soy un cobarde y tengo miedo de volver y enterarme que pasó. Tengo miedo y sé que por haber huido cada día estoy más lejos de ti y quisiera que pudieras leer esto para que sepas que de verdad estoy bien, que pude escapar y mi vida cambió… espero que lo sepas, que alguien te haga llegar este mensaje por favor.

Perdóname por no volver para saber de ti… te extraño ¿sabes? A veces me detengo en la calle y pienso volver y no sé, me quedo como en ese momento ante la puerta, el tiempo pasa simplemente, tu recuerdo permanece en mi mirada, escucho tus palabras… y una lágrima se desliza por mi mejilla… han sido tantas mamá, que no sé si este dolor tiene fin.

Entiendo que fue nuestra decisión que yo me alejara, sé que fue lo correcto ¿Qué habría pasado si no me movía? ¿Qué habría pasado si me quedaba? Me salvaste la noche que no pude salvarte y la libertad que me regalaste en esas palabras, te juro que la he llevado dignamente, no la desperdicié, la abracé a mi alma con todas mis fuerzas y voy a brindarla a otras personas.

Mamá, me liberaste del dolor y siento que aún me proteges. Gracias.

Espero que tú también hayas huido. ¡Corre mamá! Aunque nunca nos encontremos ¡Corre por favor! ¡No te quedes! ¡Vive!
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"A todos aquellos que huyeron y a los que se quedaron a luchar para que huyan otros. A todos, para que encuentren la fuerza necesaria para oponerse a los que dañan a quienes amamos"
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Luis Vara.
Korn – "Somebody Someone"
Mar de Copas - "Huida"
Dishwalla – "Mad Life"

Frente al mar

Había una vez, una pequeña ave de mar que nació en el acantilado, rodeada de peligros y libertad. Cada tarde se sentaba en el nido, mirando hacia el sol mientras en sus ojos brillaba una misteriosa luz, y se sentía naturalmente atraída a navegar algún día, por los caminos del aire. Una fuerza interior la poseía y la inspiraba a buscar el origen de aquella hermosa visión.

Una noche, una gran tormenta golpeó el acantilado y muchos nidos fueron destruidos, las aves que pudieron escapar no volvieron, las que quedaron heridas las siguieron luego de curarse, pero las que no sabían volar, no tenían más esperanza que permanecer en los escombros, mirando el sol de cada tarde, acompañándose unas a otras.

Así, nuestra pequeña ave de mar, miro el sol durante muchas tardes, rodeada de nubes, colores y otras extrañas aves que le hacían compañía desde el cielo.

Un día, cuando todo estaba bien, nuestra ave intentó seguirlas, pero cayó fuera del nido, por el acantilado, hasta las piedras… fue un gran golpe.

A pesar de todo, frente al mar descubrió la paz, aprendió a cerrar los ojos, a escuchar los sonidos del agua, a disfrutar la compañía de los cangrejos, de los peces saltarines y uno que otro humano que de noche iba a contarle sus secretos al mar. Desde ahí también podía ver, con sus ojos encantados, la pálida luz de la luna, brillar como la última esperanza entre la oscuridad.

Una tarde, mientras miraba el reflejo del sol brillar sobre las aguas del mar, ocurrió algo muy extraño, sintió que una suave brisa acariciaba sus alas, y esa fuerza que la había poseído siempre se hizo más nítida que nunca, avanzó lentamente por la orilla, abrió sus alas, las movió y se impulso con toda la energía que le permitía su cuerpo.

Hacia el sol, hacia el cielo, hacia el infinito, hacia el futuro, hacia su destino voló, como una estrella fugaz, conquistando todos los horizontes, buscando la felicidad, con el recuerdo más grato de sus días pasados y la mejor esperanza de los que le faltaban vivir.


Lunes, 09 de marzo del 2009
02:51 a.m.
One Republic
"Say All I Need"
Luis Vara

El camino más hermoso de la vida

Esto que voy a contarles me sucedió hace mucho tiempo, sin embargo aun conservo en mi mente el mejor recuerdo de aquel día, cuando el cielo dejó de pertenecerle a las miradas perdidas, a las aves y a los ángeles.

Ese día, una taza de café y una canción de one republic me acompañaban por el alba, mientras afuera en la ciudad, la oscuridad era lentamente disipada, como polvo que se lleva un suave viento, por un imperioso ejercito de luz solar que hacía brillar los tristes edificios como sonrisas de niños.

Ese día, ya por la tarde fui al mar, citado por una misteriosa voz nocturna que solicitó mi presencia en aquel lugar, en aquella hora de aquel día tan especial.

Y estuve ahí esperando, recordando, divagando, buscando a alguien con la mirada, alguien a quien reconocer o que me reconozca en ese lugar extraño donde no conocía a nadie.

De pronto mi búsqueda fue interrumpida, bajé la mirada mientras el celular anunciaba la llamada de un número desconocido y, sin estar totalmente seguro de hacerlo... contesté y una voz muy agitada pronunció inmediatamente mi nombre varias veces:

-¿Aló? ¿Quién es?- respondí y no podía reconocer aquella voz que era de mujer, no podía identificarla, no con la emoción que transmitía en sus preguntas.

-¿Te acuerdas que una vez prometí que volaría como las aves? ¿Te acuerdas que los vimos volar por el cielo? ¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas de mí? - preguntaba mientras yo permanecía en un absoluto silencio.

-Ay Luís ¿No me digas que ya te olvidaste de mí?- insistió la voz y aunque intenté y sinceramente intenté, no pude hallar en mis recuerdos inmediatos una respuesta fija así que terminé contestando:

-Sorry, pero no ¿Quién eres ah?-

-¡Ay Luís, de veras que te pasas!- respondió algo molesta- ¡soy yo Sam!-

-Ah hola- contesté, mientras se asomaba una suave sonrisa y el débil recuerdo de una amiga del pasado - ¿Como estás? ¿En que andas? ¿Como conseguiste este número? ¿Estás por aquí?-

-Si -respondió sospechosamente alegre, pretendiendo una risa - y te estoy viendo ¿Porqué no miras hacia el cielo y me cuentas lo que ves?-

-Uhmmmm,- murmuré mientras alzaba la mirada buscando algo que ver- hay algunas gaviotas, gallinazos... ¡wow! acaba de pasar una estrella fugaz y allá, a lo lejos parece que un ovni está secuestrando algún granjero con mala suerte, vaya- susurré una sonrisa - ¿Que hay de especial en eso ah?-

Entonces la voz artificial del celular se convirtió en una hermosa risa, una sombra veloz se deslizó por la arena y antes mis ojos, un frágil artefacto volador surcó los cielos como un ave que proclama su independencia buscando el sol de la tarde.

En ese momento, en ese pequeño instante, en ese divino momento del destino, mientras el mundo entero, mientras millones de seres humanos hacían algo distinto cada uno... yo me detuve.

Me quedé quieto, fascinado de observar aquel bello espectáculo, aquella visión que Dios con mucho cuidado, había reservado para mí...

Ese día...

Recordé un momento aún más antiguo, un día cuando ella señaló al cielo, y vimos un loco que saltaba al precipicio y luego ascendía lentamente para recorrer el firmamento. Recordé la luz que reposaba en su mirada, la sonrisa que se apoderó de su rostro, sus palabras, su deseo de conquistar esa frontera y su sincera determinación de no tener miedo cuando llegue el momento, que ahora estaba sucediendo.

Ahora era Sam en su parapente por el cielo y aunque no podía ver su rostro, sabía que era inmensamente feliz, y ambos reíamos como niños, sin decir nada. Yo sólo la veía recorrer el territorio de los ángeles, conquistando su destino, navegando por los caminos del viento como un ave que aprendió a volar mientras la tarde moría.

Ese día me hubiera gustado poder levantarme del suelo para seguirla, liberarme de todas las anclas que me mantenían inmóvil, elevarme para poder entender la luz de sus ojos, para entender su risa, para disfrutar el viento de esa forma tan especial, para ver su rostro una vez más... pero mis caminos, que siempre habían sido otros, aún seguían siéndolo, e igual que antes, ahora sólo la acompañaría con la mirada, con mi corazón y con mi alegría, esa tarde, aquel día tan especial.

Y todo fue fantástico hasta el momento en que, demostrando su inexperiencia, ella aterrizó contra un poste que no quiso esquivarla, ni agacharse y perdí la comunicación. Fue una situación confusa porque corrí tanto intentando llegar hasta ella y no se me ocurrió tomar un taxi o un colectivo. Esa noche estaba tan emocionado y agitado que sentía que mi corazón latía con toda la fuerza del universo. Sam había perdido el conocimiento, tenía contusiones en todo el cuerpo, pero felizmente nada grave. La llevaron al hospital.

Al día siguiente, muy temprano, salí del departamento. Nunca me habían gustado los hospitales, no iba a uno desde que era niño pero tenía que verla, aunque no supiera que decir ni que hacer después de tanto tiempo de ausencia, tenía que verla porque alguna fuerza interior, más fuerte que mi voluntad, me reclamaba hacerlo.

Afuera, una suave niebla reposaba triste por la ciudad y las personas caminaban apuradas obedeciendo los colores de cada semáforo.

-Los semáforos -pensaba yo- no existen en el cielo, aunque hay cada poste-

Y gracias a un amigo que era médico del área de geriatría pude ingresar una hora antes que inicie el horario de visitas. Definitivamente otra vez estaba en un lugar extraño: pisos y paredes brillantes, voces en el altavoz, olores raros, poca gente, ruidos de pasos, de camillas moviéndose, y en mi mente una intención fija: poder verla una vez más.

Ese día Sam dormía tiernamente, como un ave que había vuelto a su nido y descansaba agotada después del vuelo, débil como una estrella brillante que alumbra desde lejos, perdida en los ojos de los soñadores y tranquila como el cielo de primavera, lleno de luces, satélites, nubes lentas y esperanzas. Yo permanecía inmóvil frente a ella, intentando comprender la paz que irradiaba su rostro sereno, suspirando lentamente mientras en mis ojos se congelaba para siempre su reflejo, mientras el mundo se detenía nuevamente, sabiendo que no volvería a verla otra vez.

Ese día una lágrima feliz y una sonrisa triste se encontraron en mi rostro.
***********************
Ay Sam ¿Porqué cada vez que me haces participar en tus locuras terminas mal?
Siempre supe que lo harías y sinceramente te agradezco, por compartir conmigo tu alegría de vivir.

Ahora sé que vuelas libre recorriendo los cielos que tanto amas, allí donde no hay muros que saltar, donde no hay que trepar a los árboles para ver un mundo distinto, donde te acompañan los ángeles, donde mi mirada siempre te seguirá como una estrella fugaz que ya cumplió su deseo.

No sabes cuanto le agradezco a Dios que te haya permitido existir y que yo pudiera conocerte, porque te convertiste en una persona muy importante de mi vida, me ayudaste a realizar mis sueños, a conquistar mis propios cielos, a liberar mi alma, a convertirme en lo que soy, me inspiraste a contar historias y a mostrarle al mundo lo hermoso que es vivir.

Cuando te conocí Sam, yo tenía mi parapente listo, estaba parado frente al vacío, y con un miedo aún más profundo... pero tú llegaste y hablaste del cielo como el lugar más hermoso del universo y me ayudaste a encontrar la fuerza para emprender el vuelo que finalmente me alejó de ti.

No sabes a cuantas personas ha inspirado tu historia, no sabes cuantas personas existen en este mundo esperando a alguien que les ayude a luchar por sus sueños. Yo era una de esas personas cuando te conocí.

Gracias Sam…

Te juro que siempre voy a recordar tu alegría, tu vuelo por el cielo de las aves y esta sonrisa tuya mientras duermes.
**********************
Dejé la carta con una foto del parapente al lado de su rostro y salí de la habitación.
La niebla ya había desaparecido, el horario de visitas se había iniciado y en el camino de salida me crucé con su familia: uno de ellos llevaba un gran peluche blanco que tenía unas pequeñas alas de ángel, todos estaban tan felices y emocionados...

Mi celular sonaba de nuevo.
Número conocido:
Una tierna sonrisa:
-¿Aló amor? …
**********************
Ahora vuela Sam, como antes, y conquista todos tus horizontes.

Sábado, 07 de marzo de 2009
08:23 a.m.
One Republic
Say "All I Need"
Luís Vara

Deseo

Mientras la noche envuelve el horizonte, el cielo se esconde y el viento acaricia las ramas de los árboles donde duermen las aves cerrando sus ojos, descansando suavemente sobre los polluelos.

Escucho la noche y me detengo… me fusiono con ella en una danza mística, voy volando por el cielo como una estrella fugaz y una sábana de luces reposa sobre el mundo. Es tan hermoso…

Vuelvo a mi asiento, a mi hoja, a mi lápiz y soy yo de verdad, y la noche no se ha ido, sigue ahí… tan profunda, contemplando los sueños de todos escuchando nuestros pensamientos, abrazándonos en su oscuridad, regalándonos su silencio y su esperanza.

Mientras me envuelve un recuerdo, una melodía, me disperso entre líneas, la noche continúa y se que las estrellas te miran siempre, aunque a veces escondidas.

Entre todas ellas hay una especial que es tuya.

Cuchillos y rosas, sangre y libertad

La pequeña caja descansaba frente al mar.

…¿Qué haces ahí?
Soy una pequeña caja de cuchillos esperando la muerte, no te acerques.
…¿Una caja que espera la muerte? ¿Eres un ataúd?
No, no estoy muerta pero llevo la muerte dentro de mí
…¿La muerte dentro de ti?
Si, es una maldición, una cruz, un tormento… mi destino, mi misión tal vez
…¿Vas a matar a alguien?
Si, no puedo evitarlo, no te acerques por favor… me agrada conversar contigo
…¿Tienes miedo de lastimarme?
Si, he conocido la sangre de muchas personas
…¿Cuantas?
Todas las que me conocieron
…¿Por qué?
¿Por qué? ¿Acaso no me ves? Soy una caja de cuchillos, se lastimaron al acercarse tanto, confiaron en mi y yo no pude evitarlo, los herí y su dolor hirió mi alma… por eso tengo miedo de lastimarte, por favor no te acerques.
…¿Lastimaste a todos los que te conocieron?
…Y ellos ¿Qué te dijeron mientras se acercaban?
No quiero recordarlo… por favor.
…¿Alguna vez has visto dentro de ti?
No
…¿Alguna vez alguien vio dentro de ti?
No, todos han sangrado, todos… me lastimaron también y se alejaron maldiciéndome, así descubrí que en el fondo todos son como yo, son como cajas de cuchillos esperando lastimar a alguien, buscando venganza. Yo no pedí ser así.
…¿Entonces no te conoces a ti misma verdad? Nadie te conoce
…¿Sabes que creo? Nadie ha tenido cuidado para conocer a alguien como tú.
No te acerques por favor, no quiero lastimarte, por favor aléjate.
…No temas, no tengo miedo de sangrar, amo mi sangre, vivo de ella y quiero compartirla contigo
No quiero verte sangrar, no a ti, tu mereces ser feliz
…No llores, tú también mereces ser feliz así que voy a revelarte esto: esa caja te ha mentido, esa caja y su oscuridad te han ocultado la verdad, tu verdad. Quiero liberarte de esa oscuridad, hay tanta luz que no conoces.
¿Por qué quieres liberarme?
…Porque yo soy como tú
¿Tienes cuchillos?
…No
¿Has dañado a alguien?
…Si, también los hice sangrar
¿Porque?
…Porque no los conocía y creí que los odiaba
¿Me odias?
…No
¿Cómo sabes que eres como yo?
…Fui liberado, y me enseñaron a mirarme a mi mismo con los ojos de Dios, del mismo modo como te miro ahora.
¿Cómo miran los ojos de Dios?
…Con amor

Una cálida rosa amarilla descansaba dentro de la caja, me miro tiernamente y cerró sus ojos, se cogió fuerte de mis manos y caminó a través de la oscuridad con pasos pequeños, confiando en el futuro, dejando atrás la sangre del pasado mientras mis manos empezaban a sangrar.

Perdóname, no voy a llegar al final, no te dejaré en el campo, voy a morir desangrado a mitad de camino, pero hasta donde llegue quiero seguir para que mi fuerza y mis pasos sirvan de algo en este mundo. Siempre hay un precio por la libertad ¿Cuánto vale mi sangre?

Luis Vara

15 días

-¿15 días? ¿Vas de viaje?- pregunté.
-Si-
-¿A Argentina?...
-Si-
******************
Siempre había temido la llegada de este día, y aún peor, la incertidumbre de lo inevitable, cuando sabes que es algo bueno y duele. Porque ella nunca se detendría cuando se trataba de convertirse en una mejor persona superando todas las metas y sueños propuestos...
Y ahora, sólo quedan 15 días antes del viaje, al principio no lo había entendido.
*******************
-Pues estoy triste de saberlo,- le dije -pero hay una sonrisa en mi rostro. Me siento confuso-
-No tienes que estar triste, -respondió mientras yo intentaba reaccionar- por favor, tienes que estar contento, tienes que desearme éxitos-
-Claro que si, por supuesto, es que no me lo esperaba- y una lluvia de recuerdos acariciaba mi alma.
*****************
Me sentí atrapado en la cabina, mirando al cielo… estaba tan lejano detrás de la reja, me sentí como en una cárcel, sin saber donde estaba ella y en el monitor, se dibujaban lentamente, una a una, sus respuestas. Cerré las otras ventanas del Messenger y me olvidé de todo lo que había ido a hacer a la cabina. Sorry Marilu, sorry Ruth, sorry Fiorella, lo siento Aronés, Olivos y Joseph, por eso no les contestaba. No sabía como reaccionar, ¿qué hacer?
*******************
-Amigo, por favor no dejes de escribirme-
-Nunca, te juro que siempre voy a tener palabras para ti Eva, para agradecerle a Dios que te permitiera iluminar mi vida-
-No me gustaría perder el contacto, porque tus emails y tu amistad me ayudaron bastante en mi vida, gracias-
*******************
Eva…

Mi amiga, mi ejemplo, y ahora… un adiós, un día de lluvia, un desconcierto total ante algo nuevo, una despedida, sólo quedaban 15 días antes del viaje... y los recuerdos: Unicenter, Arones, Yussell, Ursula, Dana, Mauro, Liz, Pedro Luis, Emma, Manuel, Sosa, Macarlupu, Jauregui, Pantoja, la Vipusa C, la avenida México, el grifo del costado, el parque del barrio, la tienda Ecco... todos regresando.
***********************
-Aunque me duela Eva, debo decirlo, siempre has estado un paso adelante, por eso eres un ejemplo de lo mejor para mí. Gracias a ti aprendí a valorar aún mucho más a las mujeres. Gracias a ti-
-¿Lo crees así?
-Si, y me enorgullezco de ser tu amigo, claro que sí. Aún no puedo olvidar tu mirada de incertidumbre, ese día en la casa de Emma,- vaya ese día -¿te acuerdas que estábamos perdidos?-
-Si-
***********************
Perdido…

Yo siempre estaba perdido, y ella me ayudaba a encontrar el camino, aunque fuera lejano y aún hoy, aunque lejos seguía mostrándome el camino: el camino de las personas exitosas que se aferran a la sonrisa y los sueños, de las personas que luchan incansablemente por lo que creen correcto, de los que cruzan la ciudad en las horas de sueño, de los que hablan con seguridad y sinceridad, de los que no se detienen ante el miedo porque creen en su corazón y ahora...
*********************
-Fui dos veces y no podía encontrar esa casa...- hubo silencio en ese momento -¿Puedo pedirte permiso para algo? Por favor, permíteme compartir con el mundo la luz que le diste a mi vida, déjame contar tu historia para inspirar a otros como tú me inspiraste durante esos tres años, y esos días en los que me tuviste andando de un lado a otro de la ciudad y tuve que dormir en la casa de Arones... Bríndame ese honor-
-¿Yo? ¿Qué puedes decir de mí? sólo veo una chica común y corriente que conoce a muchos amigos valiosos.
***********************
Hay unas cuatro o cinco líneas de nuestra conversación aquí, que no publico.

Yo ya había escuchado de ella por Pedro Luís, no recuerdo por qué, pero él tuvo que cambiar de salón. Eva es genial decía. Y luego el destino, un día hizo que una piedra se atravesara en mi camino y me atrasé un ciclo, fue ahí cuando ingresé a su salón y la conocí personalmente.

Recién puedo recordar el primer día que tuve clases con ellos, me acoplé muy bien, pude conversar abiertamente en ese grupo desde el primer momento, estaba María, Eva, Emma, Yussel, Manuel, Ericka, Yesenia, sorry si no menciono a alguien, éramos un buen número, estábamos sentados en la banca al lado de la cafetería, frente a coordinación, hablando de no se qué, ah ya recordé, me nombraron delegado del aula, de arranque, el primer día. Reímos tanto, fue loco de verdad. Aún me pregunto: ¿Por qué confiaban en mí? ¿Por qué la gente confía en mí?

La imagen que yo tenía, en ese momento, de una persona exitosa no se parecía en nada a Eva, mi modelo era el profe Macarlupu, Sosa y otro, que no recuerdo ni su nombre ni apellido, que enseñaba Análisis y Diseño de Sistemas Orientados a Objetos, sorry profe.

Yo había dejado de escribir, a veces dibujaba, y estaba decidido a aprender computación a como de lugar, pero gracias a Dios, no podía luchar contra esto de ser joven, y ellos, los del salón, me sacaban de esa obsesión, ponían una sonrisa en mi rostro y me hacían compartir momentos gratos, y ella, a pesar de todo el mundo que dominaba, de sus catálogos, de sus horarios, de sus estudios se daba el tiempo de ser feliz. Y a mi faltaba tiempo para no serlo, vaya.

Entonces lo entendí: "Cuando amas lo que haces, y lo haces por los que amas, simplemente lo haces."
Eva, tu sonrisa enseña ¿ves?
**********************
-No te puedo decir todo ahora, tendría que recordar muchas cosas y necesito tiempo, escribo la historia y te la envío, si te gusta y quieres que la publique, entonces lo hago-
-Me parece genial- respondió luego de un breve silencio- digno de ti, en verdad-
-Yo también conozco muchas personas valiosas Eva, y lo que aprendo de ellos, quisiera compartirlo con el mundo entero-
-Es tan lindo lo que quieres hacer en verdad-
-Gracias a ti Eva, yo aprendí lo que es luchar por un sueño, tú me enseñaste eso con tus catálogos de Unique. Te juro que cada vez que veo uno me acuerdo de ti, aunque nunca compro nada-
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Los catálogos de Unique, sí... Eva estaba trabajando y estudiando y yo sólo jugaba a armar códigos inútiles, a aprender más que los demás, como si fuera una competencia, no era mi vocación. "Pavo", como decía Ursula, a todos, no sólo a mí.

Eva:

¿Te acuerdas cuando conversábamos en la cafetería? ¿Con Pedro Luís, Emma y Arones? Aprendí a oír opiniones distintas a la mía, a escuchar a los demás. Cualquier cosa era debate: la música, las películas, las notas, las clases, el look de la gente de los otros grupos, los proyectos, el costo del pasaje. Como me hacían reír ustedes molestando a Arones. Hasta la hora de salida, cuando cada uno regresaba a su propia vida, cuando cruzaba la avenida México, me subía a la Vipusa y me dormía hasta llegar al cruce de Ventanilla. Recuerdo los días de lluvia. Fueron momentos gratos. Muchas gracias, me hicieron sentir muy bien.

¿Te acuerdas cuando hablábamos de la idea de la empresa? No recuerdo para que sería, pero como nos gustaba planificar el futuro, cada uno haría algo y creábamos una gran nube de deseos que hoy, son sólo buenos recuerdos. Queríamos ser exitosos, triunfadores, y yo siempre fui pesimista, porque en realidad no me gustaba compartir. Ustedes me hicieron soñar con un futuro, con un destino que yo construía basándome en mis talentos y habilidades, y que lamentablemente no sucedió. Dios tenía otros caminos para mí, pero les agradezco sinceramente por enseñarme lo que son los sueños de juventud. Ahora vivo intensamente la realización de uno muy importante. En esa época tú ya vivías tu sueño mientras yo te observaba incrédulo.

¿Te acuerdas cuando celebrábamos los cumpleaños? Y todos dábamos para la chanchita de la gaseosa, o la vez que fuimos a esa, no se si cantina, peña o restaurante, por el cumple de Yussel y cada uno dio su discurso, escuchando la música de Carmencita Lara, rajando, pero como siempre, en buen plan, riendo entre amigos. Fueron días geniales. Comencé a ser una persona amigable y dejé atrás los días de soledad. Gracias por compartir esos momentos conmigo.

¿Te acuerdas cuando organizaste la clase que dimos Pedro Luís y yo? Sinceramente gracias, no recuerdo si lo busqué, pero fue la primera experiencia que tuve como maestro. Te juro que me dediqué a prepararme, estaba nervioso antes de entrar al salón, y vinieron Ursula, Dana, y los compañeros del aula, y yo no podía creerlo, no sabes cuanto te agradezco por hacerme vivir ese día. Encendiste mi fe Eva, y ahora dicen que soy maestro. Gracias Eva, tú nos convenciste: a ellos y a mí.

¿Te acuerdas del SIGEDSU? El sistema de Gestión Educativa Superior, aún tengo los archivos, aún no está terminado y no tengo planes de hacerlo pero, como me hizo soñar ese proyecto, te juro. Conocí la casa de tu tía, de Emma, de Arones, y aunque sólo hayan sido pocos días, me moví a tu ritmo, de un lado a otro de la ciudad, rápidamente por la vía expresa, mirando los edificios brillantes a través de las ventanas del carro. Quisiera volver a tener esa velocidad, e incluso ser más rápido que tú, si se pudiera, porque la gente responsable es tan rápida. Gracias por ser uno de mis ejemplos… el más tierno de todos.

¿Te acuerdas cuando comenzamos a planear la exposición del proyecto? Una sonrisa siempre me acompaña en el recuerdo de esos días, cuando yo me dedicaba a explicarte cada cosa, y no podía creer que alguien como tú, que era una persona tan responsable, emprendedora y trabajadora, se dedicaba a escucharme tanto, a mi que era un vago, obsesionado con aprender simplemente, lleno de sueños que no sabía si se cumplirían. Tú me escuchabas y yo aprendí a confiar en mis palabras y en mi voz. Gracias por eso también.

Por todo esto, sinceramente te quiero Eva, por ser una persona simple y maravillosa, capaz de soñar y ser libre para realizar sus sueños. La verdad es el camino de la libertad y tú siempre fuiste una persona verdadera, eso también me lo enseñaste, aunque lo había olvidado.

Y ahora Eva, mientras abres, una vez más, tus alas de libertad para emprender el vuelo hacia un nuevo sueño, yo estoy aprendiendo aún, lo que es vivir, con la diferencia que ahora todo tiene sentido y he aprendido a compartir y a recordar…
************************
-Ja, ja ¿Te acuerdas? yo recuerdo tus dibujos-
-Si también he vuelto a dibujar, no sabes todo lo que estoy haciendo ahora, quiero recuperar todos mis talentos olvidados-
-Estoy tan nerviosa-
-Cada paso es así, estos días también he tenido tanto miedo-
**********************
Recuerdo el miedo...

Ese día, en la puerta, cuando íbamos a realizar la exposición final del Proyecto SIGEDSU, era todo, Arones ni se apareció, pero todo salió bien al final, ese día los tres teníamos el mismo camino: Eva, Emma y yo, y lo logramos, frente a todos, fue genial.

Aunque esta vez no tengamos el mismo camino, Eva, por favor, cruza esa puerta, estaré ahí para aplaudir al final, como ese día, aunque lejos ahora, para mirar al frente y conmoverme con tu sonrisa. Para decir que no estaba seguro de lo que harías, porque tú siempre haces más de lo espero, y agregar al final… lo siento…

No, esta vez no… aquí se separan nuestros destinos, debo dejar de aprender de ti, desde aquí voy a vivir mi propia vida intensamente. Cuando mire hacia atrás, al pasado, una dulce sonrisa acompañará tu recuerdo y… voy a agradecerle a Dios por haber sido tan bueno conmigo.

Adiós Eva… Ahora sé para que te conocí ¿Ves? Esta es la última lección para mí. Gracias.
***********************
-Bueno se que todo me va a ir bien y lo único que deseo es que a todos ustedes también les vaya súper bien-
-No sé si voy a extrañarte más ahora, ¿como se mide la distancia en la amistad? ¿Recuerdas como nos conocimos? Creo que estoy recordando, el salón era pequeño, hacia la calle, en el segundo piso y ahí estabas, a veces callada, a veces sonriendo, a veces estudiando, y siempre haciendo algo-
-Yo siempre te vi como el chico que sabía más de lo que el profe explicaba, el que estaba siempre adelante de nosotros y siempre respondía bien-
-Yo tenía que saber más, para luego explicarle a ustedes-
-¿Te acuerdas que Arones quería sentarse contigo? -recordó ella -ya pues Vara, te decía y todos querían sentarse contigo-
-Ja, ja, ja, si lo había olvidado, a veces quería pagarme incluso, para que le ayudara en los ejercicios de visual Basic y eso, no sabía que hacer-
-¿Te acuerdas que para el trabajo final le dijimos que, si quería entrar tenía que pagar, porque todo estaba hecho y dijo ya?-
-Ja, ja, ja. si, bien flojo era,- Sorry Arones, pero sabes que tengo razón -¿Como se llamaba el pata que quería aprender bastante? Que tenía su USB en esa época, que se peinaba como Trunks, no me acuerdo su nombre, que siempre se molestaba cuando decidíamos algo en el salón y no le gustaba-
-No me acuerdo, ah ya, Manuel, Manuel Zapata-
-Manuel claro- sorry Manuel -asu como se molestaba-
-No sé, creo que le molestaba que nosotros dijéramos algo que él no supiera, y decía que no-
***********************
Y así de pronto, con su magia, Eva me hizo navegar hacia los recuerdos que abandoné en una lejana isla del pasado en mi memoria, y todas esas sonrisas de antes, se dibujaban nuevamente en mi rostro, una a una. Estaba sonriendo y olvidaba la tristeza, leyendo las líneas de texto del Messenger que no se detenían, como la lluvia de esos días.
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-¿Ves?- le pregunté- Tu siempre pones sonrisas en mi rostro.
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Bruno me avisó que la hora ya se agotaba en el reloj de corazoncito de la cabina, ja, ja, lo dije: reloj de corazoncito. Así que me despedí, sorry, pero no publico esas líneas, copíe la conversación del Messenger y la guardé en el USB. Wow, salí como pude, miré al cielo, y no se cuantas veces habré dicho su nombre durante el camino: Eva.

Una vez en casa, me senté frente a la compu y empecé a escribir. Afuera estaba lloviendo, adentro también.


Primera versión: Viernes, 13 de marzo del 2009
08:23 p.m.
Westilfe
"My Love"
Luis Vara
A Eva Ivonne,
Adiós, y gracias por mostrarme el camino.
Segunda y última versión: Sábado, 14 de marzo del 2009
07:08 a.m.
Brilla un sol poderoso.

Ana

Era el primer día. Cristhian estaba emocionado. ¿Qué pasaría ahora? ¿Qué nueva aventura le esperaba?. Definitivamente ya estaba acostumbrado a los cambios así que sólo podía esperar encontrar algo nuevo, interesante e intenso que vivir. Aunque dure poco tiempo, disfrutar era lo importante.

Subio las escaleras, se detuvo un momento y volteó invadido por un sentimiento de grandeza, para mirar a la gente que transitaba por la calle como si fuera a gritar: ¡SOY EL REY DEL MUNDO!. Pero sólo dibujo una enorme sonrisa en su rostro y luego ingresó al colegio acomodando su mochila.

Se identificó con el portero y recibió algunas cosas que le hacían falta -ya que su papá no había asistido a recogerlas - entre las que se encontraban su agenda, la insignia y otros documentos que no tenían mayor importancia en ese momento. El señor de la puerta era un viejito bonachón muy amable. Cristian tenía que buscar el salón de 5"B".

-Wow -pensó, este era enorme, el mayor colegio en el que había estado. Era grandioso, extenso, gigantesco. Habían 3 pabellones y unas graderías rodeando una losa deportiva, todo estaba tan limpio y organizado ¿donde quedaría su salón?, atravesó rapidamente el patio observando todos los detalles de su nueva escuela. No perdía la emoción. Debía llegar al segundo piso del pabellón "A".

Llegó. Ahí estaba el salón de 4"A", 4"B", 4"C", 5"A" ¿5"A"? ¿Cristian se detuvo? ¿por que se detuvo?.

Había un bullicio que había percibido desde que se acercaba al pabellón, un ruido que poco a poco, mientras iba avanzando se hacía más intenso y vaya, por esas coincidencias de vida, descubrió que provenía de 5"B": su salón. Caminó lento, como quien sigue su camino y observó: era para reirse, no lo podía creer, ¿ese era su salón? no había maestro, volaban aviones y bolas de papel de un lado a otro, los chicos gritaban, correteaban, reían y había un grupo al final del salón cantando una canción y aplaudiendo a uno que saltaba sobre su carpeta como loco. Bien, ahí estaba su salón. ¿Como entrar ahi?.

De entre el ruido pudo rescatar algunos nombres: "David", "Antonella", "Sofía", "Gustavo", "pato" ¿pato? Era increíble, quizas tanto o más de lo que él esperaba: emoción = preocupación.
Cristian estaba perdido en la indecisión de ingresar, buscaba el valor que había caído como una gota enmudecida hacia la oscuridad ¿lo haría?. Tenía miedo y muchas cosas eran ciertas en ese momento: Estaba en Lima, en su colegio, en el pabellón, en el pasadizo y frente al salón de 6"A". Todo era nuevo.

El salón de 6"A".

Había un maestro ahí, el profesor Elmo, un viejito arrugado de mal carácter que dictaba matemáticas y había estado observando al muchachito este, que era "el nuevo", estaba detenido en el pasillo mirando las musarañas, perdiendo clases.

Dejó la tiza sobre el escritorio y salió rapidamente, tenía una importante misión, se acercó al despitado de afuera y, aunque tardó en reaccionar, Cristian pudo responder que era alumno nuevo de 5"A" definitivamente y para siempre. Así que el viejito le señaló el salón y se fue.
El salón de 5to "A" estaba vacio, sólo habían mochilas en las carpetas. Se quedó en la puerta un poco inconforme pensando ¿Qué es mejor? ¿un salón de locos o un salón de fantasmas?

-Hola -...

Hubo una palabra definitiva en ese momento, Cristian volteó para devolver el saludo. Era una chica sonriente que acababa de materializarse del aire o algo asi y aparecía por arte de magía, un hada, ¿un fantasma quizas?. No, no podía ser, no sentía temor pero había algo que no entendía o quizas todo: su presencia, su silencio, su mirada, su sonrisa. Era lo inesperado más bello que había recibido en su vida. Sólo tenía una idea detras de la debil sonrisa que se dibujaba ahora en su rostro: "¿Qué pasa?"

-Hola -respondio.

Lo pude!!!

Bienvenidos lectores.

Mi nombre es Luis Vara, soy estudiante y bueno me gusta escribir historias y web... de vez en cuando, así que, animado por algunas personas que han leido mis historias, decidí iniciar este proyecto.

Espero que me acompañen y comenten lo que crean importante.

Gracias.