jueves, 30 de julio de 2009

Primera historia

Recuerdo que, desprevenido llegué a aquel blanco salón de juegos juveniles y la vi: como un homenaje a la belleza, una Venus moderna y agresiva, cuestionante e impulsiva que me mandó a un lugar al cual no acostumbro ir, por no ayudarle a contestar las preguntas del examen. Rayos, no era mi obligación y además no sabía la respuesta.

Recuerdo que esa misma tarde, la descubrí en el autobús, con sus ojos obsesionados en la lectura, no me acerqué, sólo la observé. Al bajarse, me senté en el lugar que ella dejaba y había escrito en el respaldar del asiento delantero un mensaje: "Sorry, no fue tu culpa, voy a estudiar para la próxima vez" Me levanté como pude para verla, buscando por todos los horizontes posibles y no estaba más.

El autobús se alejó y las nubes, el atardecer, los edificios sombríos, la perspectiva y sus letras acompañaron mis pensamientos hacia "California" mientras en el inmenso mural celeste todos los colores se combinaban con las estrellas como un graffiti hacia el infinito.

Recuerdo que, luego conversamos para ayudarnos a estudiar, fue una cosa nueva, rara y divertida. Así cada atardecer cuando el sol y el cielo se perdían en miles y miles de colores, aquellas grafías y símbolos de nuestros libros y cuadernos eran tema de debate, discusión, risa e incluso asombro. Descubrí tantas cosas con ella, las sombrías y opacas tardes podían ser bellas y llenas de color, de vida.

Recuerdo como nos gustaban las baladas de Westlife y las canciones de Linkin Park o Limp Bizkit, era genial. Aún no entiendo como es que no le gustaba el Chocman, por Dios. Su actor favorito: Leo Di Caprio, su película: Romeo y Julieta, su lenguaje: la sonrisa.

Afuera, el mundo sucumbía en colores, formas, sueños, promesas y recuerdos… y de a pocos fui perdiendo mi verdad, pero ¿Cual era mi verdad? ¿Había una? Talvez no debí saltar la cerca, porque me equivoqué y aún recuerdo su preocupación, su insistencia y su decepción. Está bien, lo confieso, ella llamó para que me recojan, porque esa noche sólo sé que se multiplicaron las figuras por cien y no recuerdo más. Luego cada uno contó una versión peor, que nadé en un mar de copas, que hice el espectáculo de la fiesta, que no escuché razones, que mi viejo me sacó de ahí a la fuerza, que hablé tonterías, y vomité ¡wow! La única versión más o menos divertida fue la que ella me contó durante dos horas de resaca maldita. Nunca antes me había disculpado tanto.

Fuimos a "California" para su cumpleaños, recorrí con su nombre una pared, descubriendo miles de formas y colores diferentes y así quedo para siempre en mi recuerdo esa palabra tan hermosa con la que hasta hoy la llamo: Sam. Fue uno de los momentos más intensos de mi vida, estar ahí con ella, pintar un graffiti frente al mar por la tarde, fue como una realización, me sentí feliz, hay sonrisas que son inevitables.

Recuerdo que me enteré, hay despedidas inevitables pensé, íbamos a pintar el mural del concierto de música cristiana que ofrecía la promo para recaudar fondos. Ella llegó temprano, estábamos listos y comenzamos a pintar en silencio, recordando nuestros "viejos éxitos": El gato del papelógrafo, el logo de la promo, las letras de las paredes, el concurso de la primavera, demonios… fueron tantas cosas. Si voy a irme, dijo sonriendo, quiero recordar lo más hermoso.

Y recordó aquella divertida vez en que los pinceles pasaron del mural a nuestros rostros, ese día quedamos hechos como unos murales humanos, muy divertidos por cierto, de esos que no hay en "California" Reímos tanto ese día, fue hermoso.

De pronto los pensamientos y recuerdos se callaron, el viento acariciaba las hojas secas del otoño, nuestras manos habían coincidido en una línea… hay destinos que son inevitables, como el de las hojas que se dejan llevar por el viento, y se juntaron las miradas, las manos, los colores, los pensamientos… y el corazón, entonces, sólo entonces la amé, la amé en los labios, en el mundo, en el universo y en la eternidad, suave, muy suave y lentamente.

Luis Vara
Escrito originalmente en el año 2002.
Shakira – Underneath your clothes (2002)
Dishwalla – Mad Life (2009)

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