viernes, 31 de julio de 2009

Estrella fugaz

Creí que conocía este camino,
florecieron tantos recuerdos en tu mirada,
pero un día ante mi alma,
una lluvia de luz desde tus labios
hirió todas mis esperanzas.

Quería ir al sol,
perderme en esa luz infinita,
cegar mis ojos porque sabía que no podía verte
y caminé a oscuras por caminos que aún dormían.

Yo confíaba...
pero me traicionaron mis propios pasos.

Y sacrificando mi última esperanza viva,
sujeté fuerte las cadenas del dolor
hasta enloquecer y sangrar y arrancar para siempre
desde los abismos de mi alma toda la oscuridad del pasado.

Se rompieron mis alas, mi viento,
mi luz, mi voz, mi camino y mi última esperanza...

Caí y ante mis ojos heridos...

Brillabas lejana
como la estrella dormida más triste de la noche,
soñando con la libertad del universo.

Temblabas en silencio
como la luz diamante de una lágrima naciente,
que se aferra con miedo a la oscuridad para no caer...

Mientras yo caía y perdía para siempre mis alas, mi viento,
mi luz, mi voz...

Y así sentí por primera vez,
lejos de tu mirar,
la libertad de viento, la fuerza del mar y
el refugio del campo.

Todavía desciendo por el viento,
perdiéndome en este oscuro camino de sombras,
donde la tuya aún esta ausente.

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