jueves, 30 de julio de 2009

15 días

-¿15 días? ¿Vas de viaje?- pregunté.
-Si-
-¿A Argentina?...
-Si-
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Siempre había temido la llegada de este día, y aún peor, la incertidumbre de lo inevitable, cuando sabes que es algo bueno y duele. Porque ella nunca se detendría cuando se trataba de convertirse en una mejor persona superando todas las metas y sueños propuestos...
Y ahora, sólo quedan 15 días antes del viaje, al principio no lo había entendido.
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-Pues estoy triste de saberlo,- le dije -pero hay una sonrisa en mi rostro. Me siento confuso-
-No tienes que estar triste, -respondió mientras yo intentaba reaccionar- por favor, tienes que estar contento, tienes que desearme éxitos-
-Claro que si, por supuesto, es que no me lo esperaba- y una lluvia de recuerdos acariciaba mi alma.
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Me sentí atrapado en la cabina, mirando al cielo… estaba tan lejano detrás de la reja, me sentí como en una cárcel, sin saber donde estaba ella y en el monitor, se dibujaban lentamente, una a una, sus respuestas. Cerré las otras ventanas del Messenger y me olvidé de todo lo que había ido a hacer a la cabina. Sorry Marilu, sorry Ruth, sorry Fiorella, lo siento Aronés, Olivos y Joseph, por eso no les contestaba. No sabía como reaccionar, ¿qué hacer?
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-Amigo, por favor no dejes de escribirme-
-Nunca, te juro que siempre voy a tener palabras para ti Eva, para agradecerle a Dios que te permitiera iluminar mi vida-
-No me gustaría perder el contacto, porque tus emails y tu amistad me ayudaron bastante en mi vida, gracias-
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Eva…

Mi amiga, mi ejemplo, y ahora… un adiós, un día de lluvia, un desconcierto total ante algo nuevo, una despedida, sólo quedaban 15 días antes del viaje... y los recuerdos: Unicenter, Arones, Yussell, Ursula, Dana, Mauro, Liz, Pedro Luis, Emma, Manuel, Sosa, Macarlupu, Jauregui, Pantoja, la Vipusa C, la avenida México, el grifo del costado, el parque del barrio, la tienda Ecco... todos regresando.
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-Aunque me duela Eva, debo decirlo, siempre has estado un paso adelante, por eso eres un ejemplo de lo mejor para mí. Gracias a ti aprendí a valorar aún mucho más a las mujeres. Gracias a ti-
-¿Lo crees así?
-Si, y me enorgullezco de ser tu amigo, claro que sí. Aún no puedo olvidar tu mirada de incertidumbre, ese día en la casa de Emma,- vaya ese día -¿te acuerdas que estábamos perdidos?-
-Si-
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Perdido…

Yo siempre estaba perdido, y ella me ayudaba a encontrar el camino, aunque fuera lejano y aún hoy, aunque lejos seguía mostrándome el camino: el camino de las personas exitosas que se aferran a la sonrisa y los sueños, de las personas que luchan incansablemente por lo que creen correcto, de los que cruzan la ciudad en las horas de sueño, de los que hablan con seguridad y sinceridad, de los que no se detienen ante el miedo porque creen en su corazón y ahora...
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-Fui dos veces y no podía encontrar esa casa...- hubo silencio en ese momento -¿Puedo pedirte permiso para algo? Por favor, permíteme compartir con el mundo la luz que le diste a mi vida, déjame contar tu historia para inspirar a otros como tú me inspiraste durante esos tres años, y esos días en los que me tuviste andando de un lado a otro de la ciudad y tuve que dormir en la casa de Arones... Bríndame ese honor-
-¿Yo? ¿Qué puedes decir de mí? sólo veo una chica común y corriente que conoce a muchos amigos valiosos.
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Hay unas cuatro o cinco líneas de nuestra conversación aquí, que no publico.

Yo ya había escuchado de ella por Pedro Luís, no recuerdo por qué, pero él tuvo que cambiar de salón. Eva es genial decía. Y luego el destino, un día hizo que una piedra se atravesara en mi camino y me atrasé un ciclo, fue ahí cuando ingresé a su salón y la conocí personalmente.

Recién puedo recordar el primer día que tuve clases con ellos, me acoplé muy bien, pude conversar abiertamente en ese grupo desde el primer momento, estaba María, Eva, Emma, Yussel, Manuel, Ericka, Yesenia, sorry si no menciono a alguien, éramos un buen número, estábamos sentados en la banca al lado de la cafetería, frente a coordinación, hablando de no se qué, ah ya recordé, me nombraron delegado del aula, de arranque, el primer día. Reímos tanto, fue loco de verdad. Aún me pregunto: ¿Por qué confiaban en mí? ¿Por qué la gente confía en mí?

La imagen que yo tenía, en ese momento, de una persona exitosa no se parecía en nada a Eva, mi modelo era el profe Macarlupu, Sosa y otro, que no recuerdo ni su nombre ni apellido, que enseñaba Análisis y Diseño de Sistemas Orientados a Objetos, sorry profe.

Yo había dejado de escribir, a veces dibujaba, y estaba decidido a aprender computación a como de lugar, pero gracias a Dios, no podía luchar contra esto de ser joven, y ellos, los del salón, me sacaban de esa obsesión, ponían una sonrisa en mi rostro y me hacían compartir momentos gratos, y ella, a pesar de todo el mundo que dominaba, de sus catálogos, de sus horarios, de sus estudios se daba el tiempo de ser feliz. Y a mi faltaba tiempo para no serlo, vaya.

Entonces lo entendí: "Cuando amas lo que haces, y lo haces por los que amas, simplemente lo haces."
Eva, tu sonrisa enseña ¿ves?
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-No te puedo decir todo ahora, tendría que recordar muchas cosas y necesito tiempo, escribo la historia y te la envío, si te gusta y quieres que la publique, entonces lo hago-
-Me parece genial- respondió luego de un breve silencio- digno de ti, en verdad-
-Yo también conozco muchas personas valiosas Eva, y lo que aprendo de ellos, quisiera compartirlo con el mundo entero-
-Es tan lindo lo que quieres hacer en verdad-
-Gracias a ti Eva, yo aprendí lo que es luchar por un sueño, tú me enseñaste eso con tus catálogos de Unique. Te juro que cada vez que veo uno me acuerdo de ti, aunque nunca compro nada-
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Los catálogos de Unique, sí... Eva estaba trabajando y estudiando y yo sólo jugaba a armar códigos inútiles, a aprender más que los demás, como si fuera una competencia, no era mi vocación. "Pavo", como decía Ursula, a todos, no sólo a mí.

Eva:

¿Te acuerdas cuando conversábamos en la cafetería? ¿Con Pedro Luís, Emma y Arones? Aprendí a oír opiniones distintas a la mía, a escuchar a los demás. Cualquier cosa era debate: la música, las películas, las notas, las clases, el look de la gente de los otros grupos, los proyectos, el costo del pasaje. Como me hacían reír ustedes molestando a Arones. Hasta la hora de salida, cuando cada uno regresaba a su propia vida, cuando cruzaba la avenida México, me subía a la Vipusa y me dormía hasta llegar al cruce de Ventanilla. Recuerdo los días de lluvia. Fueron momentos gratos. Muchas gracias, me hicieron sentir muy bien.

¿Te acuerdas cuando hablábamos de la idea de la empresa? No recuerdo para que sería, pero como nos gustaba planificar el futuro, cada uno haría algo y creábamos una gran nube de deseos que hoy, son sólo buenos recuerdos. Queríamos ser exitosos, triunfadores, y yo siempre fui pesimista, porque en realidad no me gustaba compartir. Ustedes me hicieron soñar con un futuro, con un destino que yo construía basándome en mis talentos y habilidades, y que lamentablemente no sucedió. Dios tenía otros caminos para mí, pero les agradezco sinceramente por enseñarme lo que son los sueños de juventud. Ahora vivo intensamente la realización de uno muy importante. En esa época tú ya vivías tu sueño mientras yo te observaba incrédulo.

¿Te acuerdas cuando celebrábamos los cumpleaños? Y todos dábamos para la chanchita de la gaseosa, o la vez que fuimos a esa, no se si cantina, peña o restaurante, por el cumple de Yussel y cada uno dio su discurso, escuchando la música de Carmencita Lara, rajando, pero como siempre, en buen plan, riendo entre amigos. Fueron días geniales. Comencé a ser una persona amigable y dejé atrás los días de soledad. Gracias por compartir esos momentos conmigo.

¿Te acuerdas cuando organizaste la clase que dimos Pedro Luís y yo? Sinceramente gracias, no recuerdo si lo busqué, pero fue la primera experiencia que tuve como maestro. Te juro que me dediqué a prepararme, estaba nervioso antes de entrar al salón, y vinieron Ursula, Dana, y los compañeros del aula, y yo no podía creerlo, no sabes cuanto te agradezco por hacerme vivir ese día. Encendiste mi fe Eva, y ahora dicen que soy maestro. Gracias Eva, tú nos convenciste: a ellos y a mí.

¿Te acuerdas del SIGEDSU? El sistema de Gestión Educativa Superior, aún tengo los archivos, aún no está terminado y no tengo planes de hacerlo pero, como me hizo soñar ese proyecto, te juro. Conocí la casa de tu tía, de Emma, de Arones, y aunque sólo hayan sido pocos días, me moví a tu ritmo, de un lado a otro de la ciudad, rápidamente por la vía expresa, mirando los edificios brillantes a través de las ventanas del carro. Quisiera volver a tener esa velocidad, e incluso ser más rápido que tú, si se pudiera, porque la gente responsable es tan rápida. Gracias por ser uno de mis ejemplos… el más tierno de todos.

¿Te acuerdas cuando comenzamos a planear la exposición del proyecto? Una sonrisa siempre me acompaña en el recuerdo de esos días, cuando yo me dedicaba a explicarte cada cosa, y no podía creer que alguien como tú, que era una persona tan responsable, emprendedora y trabajadora, se dedicaba a escucharme tanto, a mi que era un vago, obsesionado con aprender simplemente, lleno de sueños que no sabía si se cumplirían. Tú me escuchabas y yo aprendí a confiar en mis palabras y en mi voz. Gracias por eso también.

Por todo esto, sinceramente te quiero Eva, por ser una persona simple y maravillosa, capaz de soñar y ser libre para realizar sus sueños. La verdad es el camino de la libertad y tú siempre fuiste una persona verdadera, eso también me lo enseñaste, aunque lo había olvidado.

Y ahora Eva, mientras abres, una vez más, tus alas de libertad para emprender el vuelo hacia un nuevo sueño, yo estoy aprendiendo aún, lo que es vivir, con la diferencia que ahora todo tiene sentido y he aprendido a compartir y a recordar…
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-Ja, ja ¿Te acuerdas? yo recuerdo tus dibujos-
-Si también he vuelto a dibujar, no sabes todo lo que estoy haciendo ahora, quiero recuperar todos mis talentos olvidados-
-Estoy tan nerviosa-
-Cada paso es así, estos días también he tenido tanto miedo-
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Recuerdo el miedo...

Ese día, en la puerta, cuando íbamos a realizar la exposición final del Proyecto SIGEDSU, era todo, Arones ni se apareció, pero todo salió bien al final, ese día los tres teníamos el mismo camino: Eva, Emma y yo, y lo logramos, frente a todos, fue genial.

Aunque esta vez no tengamos el mismo camino, Eva, por favor, cruza esa puerta, estaré ahí para aplaudir al final, como ese día, aunque lejos ahora, para mirar al frente y conmoverme con tu sonrisa. Para decir que no estaba seguro de lo que harías, porque tú siempre haces más de lo espero, y agregar al final… lo siento…

No, esta vez no… aquí se separan nuestros destinos, debo dejar de aprender de ti, desde aquí voy a vivir mi propia vida intensamente. Cuando mire hacia atrás, al pasado, una dulce sonrisa acompañará tu recuerdo y… voy a agradecerle a Dios por haber sido tan bueno conmigo.

Adiós Eva… Ahora sé para que te conocí ¿Ves? Esta es la última lección para mí. Gracias.
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-Bueno se que todo me va a ir bien y lo único que deseo es que a todos ustedes también les vaya súper bien-
-No sé si voy a extrañarte más ahora, ¿como se mide la distancia en la amistad? ¿Recuerdas como nos conocimos? Creo que estoy recordando, el salón era pequeño, hacia la calle, en el segundo piso y ahí estabas, a veces callada, a veces sonriendo, a veces estudiando, y siempre haciendo algo-
-Yo siempre te vi como el chico que sabía más de lo que el profe explicaba, el que estaba siempre adelante de nosotros y siempre respondía bien-
-Yo tenía que saber más, para luego explicarle a ustedes-
-¿Te acuerdas que Arones quería sentarse contigo? -recordó ella -ya pues Vara, te decía y todos querían sentarse contigo-
-Ja, ja, ja, si lo había olvidado, a veces quería pagarme incluso, para que le ayudara en los ejercicios de visual Basic y eso, no sabía que hacer-
-¿Te acuerdas que para el trabajo final le dijimos que, si quería entrar tenía que pagar, porque todo estaba hecho y dijo ya?-
-Ja, ja, ja. si, bien flojo era,- Sorry Arones, pero sabes que tengo razón -¿Como se llamaba el pata que quería aprender bastante? Que tenía su USB en esa época, que se peinaba como Trunks, no me acuerdo su nombre, que siempre se molestaba cuando decidíamos algo en el salón y no le gustaba-
-No me acuerdo, ah ya, Manuel, Manuel Zapata-
-Manuel claro- sorry Manuel -asu como se molestaba-
-No sé, creo que le molestaba que nosotros dijéramos algo que él no supiera, y decía que no-
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Y así de pronto, con su magia, Eva me hizo navegar hacia los recuerdos que abandoné en una lejana isla del pasado en mi memoria, y todas esas sonrisas de antes, se dibujaban nuevamente en mi rostro, una a una. Estaba sonriendo y olvidaba la tristeza, leyendo las líneas de texto del Messenger que no se detenían, como la lluvia de esos días.
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-¿Ves?- le pregunté- Tu siempre pones sonrisas en mi rostro.
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Bruno me avisó que la hora ya se agotaba en el reloj de corazoncito de la cabina, ja, ja, lo dije: reloj de corazoncito. Así que me despedí, sorry, pero no publico esas líneas, copíe la conversación del Messenger y la guardé en el USB. Wow, salí como pude, miré al cielo, y no se cuantas veces habré dicho su nombre durante el camino: Eva.

Una vez en casa, me senté frente a la compu y empecé a escribir. Afuera estaba lloviendo, adentro también.


Primera versión: Viernes, 13 de marzo del 2009
08:23 p.m.
Westilfe
"My Love"
Luis Vara
A Eva Ivonne,
Adiós, y gracias por mostrarme el camino.
Segunda y última versión: Sábado, 14 de marzo del 2009
07:08 a.m.
Brilla un sol poderoso.

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