sábado, 26 de septiembre de 2009

Es un buen final...


Es un buen final...

Estoy cansado, caminé con mis últimas fuerzas hasta aquí y,
con las mismas, mantengo esta pequeñita sonrisa
para que no se caiga de mi rostro y permanezca
hasta que sea tiempo de dormir... sonriendo.
Estoy enfermo, me duele la cabeza y sigo tomando la misma pastilla
desde hace una semana, la semana más intensa, agitada y hermosa a la vez,
y creo que la pastilla no hace nada pero sigo... talvez soy un tonto...
No, sólo me siento un poco así, pero estoy contento.
Sea como sea, una vez más, me sentí como el niño que levanta la mano
y pregunta algo a la Miss y espera una respuesta... una respuesta.
Me dediqué a aprender nuevamente y de todos hubo algo, de todos,
porque estoy rodeado de gente capaz de enseñar a vivir y a vivir bien.
Y eso me hace feliz.
Tuve miedo, tuve fé y no fui el único caido. Esta semana estuvimos enfermos,
molestos, ansiosos, rendidos a veces. Estuvimos... sonrientes, esperanzados,
rápidos, soñadores, emprendedores sin saber como terminaría todo y nos equivocamos.
Y al final... al final cuando todo terminó cayó la noche sobre nuestros ojos
y nos dejamos vencer por el cansancio y la fiebre... y ni eso, ni eso ha borrado
esta sonrisa que aunque debil sigue, sigue y sigue... Te estabamos esperando primavera.
Es un buen final... y un mejor inicio y hay tanto que contar... espero estar bien.
Mientras tanto... sólo sonrío, porque estoy tiernamente feliz liberando un poco de todo.

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