lunes, 24 de agosto de 2009

Una carta olvidada

Hola ***
Ya es 4 de Enero y recien he tenido algo de tiempo para sentarme y pensar un poco en lo que me has contado. ***, tu tienes una forma de ver las cosas diferente a la mía y yo no podría ponerme en tus zapatos porque para mi tu vives en otro mundo habitado de seres extraños y desconocidos al que yo sólo me acerqué una vez hace mucho tiempo.
Hoy, lejos de esa realidad, sólo te encuentro en mis recuerdos, en esos felices momentos del ayer. Mi ancla eterna,la que me mantiene atado al pasado a pesar del tiempo y la distancia, aun la tengo en tu mirada, que no olvido.
He mirado tantos ojos este año y he visto en los niños la misma expresión de tu rostro, la misma alegría, la misma esperanza, caminando con cuidado en busca de algo. Creo que contigo aprendí que hacer en esas situaciones.
Claro, yo aún sigo manteniendo ese perfil bajo, de chico callado, que esconde muchos secretos bajo un oscuro silencio, pero ese frío se resquebraja y se destroza, como un hielo debil, como un espejo cansado de reflejar la misma imagen, cada vez que viene alguien corriendo, con una sonrisa en los labios, con una mirada atenta, buscando un abrazo, buscándome y no sé luchar contra eso.
Creo que esa sensación, es lo mejor que he tenido este año. Me encanta mi oscuridad pero hay tanta luz a mi alrededor que me conquista.
Y yo, simplemente, me dejo llevar por el universo.
Hay tanta luz a mi alrededor, tantos sueños.
Y esa es la gran diferencia entre tu y yo. Cuando nos conocimos tu ya luchabas por algo, siempre caminando con algo que hacer luego, un lugar adonde ir, buscando un destino, un sueño; y yo estaba lleno de conocimiento sin ningún propósito, detenido, sin decidir, disfrutando del sol.
He cambiado un poco y ahora se lo que es luchar por un sueño, las satisfacciones y los éxitos, el temor y la incertidumbre.
Nunca voy a olvidar que ese camino lo inicié en Unicenter, cuando recorría la ciudad de un lugar a otro, cada mañana...
Dicen que siempre es bueno tener ejemplos para aprender y tú eres un gran ejemplo para mi vida. No sé si pueda, alguna vez, ofrecerte algo más que estas líneas a cambio de todo lo que has significado, con tu existencia y tu alegría, para que yo sea una mejor persona.
Gracias.¿Cómo vas en Argentina?

1 comentarios:

Ricardo G. Verde dijo...

Me gusta mucho lo que escribes aunque a veces hay algunas cosas que no entiendo o_O. Ojalá y puedas escribir algo sobre el amor hacia una mujer ya que estoy enamorado y ando de cursi XDD.

¡Saludos!

Publicar un comentario