sábado, 1 de agosto de 2009

Déjame intentarlo

-Vuelve a leerlo, Mike-

-No, déjame intentarlo- dijo, y cerrando los ojos bajó la cabeza.

Me miró a los ojos y su expresión había cambiado, había una seguridad que de a poco se había estado manifestando y ahora se disponía a crecer.

No me dio tiempo de reaccionar, había memorizado bien la lectura del papelógrafo y no se detuvo hasta exponerlo correctamente todo. Esta vez no lo tomaba como un juego, como yo lo había planteado. Esta vez ella se había dado cuenta que estaba aprendiendo. Yo sólo sonreí y me dediqué a observar.

Es increíbe cuando una persona reconoce un límite como algo que puede ser superado y yo la había llevado, planteando un juego, al borde de ese límite.

-Ahora tu vas a ser la maestra y yo el alumno, quiero que memorices lo del papelógrafo, voy a coger mi cuaderno y vas a exponer el tema como un profesor, tú puedes Mike-

Me senté con mi cuaderno y mi lapicero, cogí el peluche de Sid, lo senté a mi lado y me dediqué a escuchar sus intentos.

-Vamos léelo otra vez- le decía mientras ella iba armando el rompecabezas de datos en su mente. No es muy difícil lograr que memorice algo, pero siempre había aparecido un margen de error en alguna palabra dificil o en nombres específicos y esa actitud insegura que le hacía cubrir su rostro con las manos, irse de un lado a otro, mirar al techo y otras cosas. En esos momentos yo le decía la palabra que seguía y ella lograba terminar la exposición.

Hasta ese momento. No esperaba que reaccionara como lo hizo, fue genial, se decidió por si misma a hacerlo y no necesitó mi ayuda ni un instante.

Aplaudí.

Dejé a Sid sólo y le dio la clase al peluche. La cara de ese perezoso es bien chistosa, incluso a mi me dio risa cuando le explicaba a ella como debía exponer. Luego cogí a Sid y me escondí detrás del sillón y fingiendo mi voz, puse al peluche como profesor. Le pedí que lo intentara y ella lo hizo.


Sid me dio una clase sobre el Perú, sus regiones naturales y sus límites. Fue muy divertido, es cierto que memorizar no es todo, es un paso más en el camino que ella recorre.

Si escribo esto es por que quiero crear un ancla en este momento, recordar siempre mi risa de ese día: Viernes 31 de julio del 2009.

Cogí el peluche de Scrat y le hice preguntas sobre el tema: todas fueron respuestas correctas.

Y asi una tarde fría en Pachacutec, se convirtió en un recuerdo, que comparto con ustedes.

Gracias Mike.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta mostro primo.
pero eso donde dice fugaz.
pues cambilo, hay que durar.
Ahi estamos y cuando visitas pues
un abrazo grande
ARVEL

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