jueves, 30 de julio de 2009

Cuchillos y rosas, sangre y libertad

La pequeña caja descansaba frente al mar.

…¿Qué haces ahí?
Soy una pequeña caja de cuchillos esperando la muerte, no te acerques.
…¿Una caja que espera la muerte? ¿Eres un ataúd?
No, no estoy muerta pero llevo la muerte dentro de mí
…¿La muerte dentro de ti?
Si, es una maldición, una cruz, un tormento… mi destino, mi misión tal vez
…¿Vas a matar a alguien?
Si, no puedo evitarlo, no te acerques por favor… me agrada conversar contigo
…¿Tienes miedo de lastimarme?
Si, he conocido la sangre de muchas personas
…¿Cuantas?
Todas las que me conocieron
…¿Por qué?
¿Por qué? ¿Acaso no me ves? Soy una caja de cuchillos, se lastimaron al acercarse tanto, confiaron en mi y yo no pude evitarlo, los herí y su dolor hirió mi alma… por eso tengo miedo de lastimarte, por favor no te acerques.
…¿Lastimaste a todos los que te conocieron?
…Y ellos ¿Qué te dijeron mientras se acercaban?
No quiero recordarlo… por favor.
…¿Alguna vez has visto dentro de ti?
No
…¿Alguna vez alguien vio dentro de ti?
No, todos han sangrado, todos… me lastimaron también y se alejaron maldiciéndome, así descubrí que en el fondo todos son como yo, son como cajas de cuchillos esperando lastimar a alguien, buscando venganza. Yo no pedí ser así.
…¿Entonces no te conoces a ti misma verdad? Nadie te conoce
…¿Sabes que creo? Nadie ha tenido cuidado para conocer a alguien como tú.
No te acerques por favor, no quiero lastimarte, por favor aléjate.
…No temas, no tengo miedo de sangrar, amo mi sangre, vivo de ella y quiero compartirla contigo
No quiero verte sangrar, no a ti, tu mereces ser feliz
…No llores, tú también mereces ser feliz así que voy a revelarte esto: esa caja te ha mentido, esa caja y su oscuridad te han ocultado la verdad, tu verdad. Quiero liberarte de esa oscuridad, hay tanta luz que no conoces.
¿Por qué quieres liberarme?
…Porque yo soy como tú
¿Tienes cuchillos?
…No
¿Has dañado a alguien?
…Si, también los hice sangrar
¿Porque?
…Porque no los conocía y creí que los odiaba
¿Me odias?
…No
¿Cómo sabes que eres como yo?
…Fui liberado, y me enseñaron a mirarme a mi mismo con los ojos de Dios, del mismo modo como te miro ahora.
¿Cómo miran los ojos de Dios?
…Con amor

Una cálida rosa amarilla descansaba dentro de la caja, me miro tiernamente y cerró sus ojos, se cogió fuerte de mis manos y caminó a través de la oscuridad con pasos pequeños, confiando en el futuro, dejando atrás la sangre del pasado mientras mis manos empezaban a sangrar.

Perdóname, no voy a llegar al final, no te dejaré en el campo, voy a morir desangrado a mitad de camino, pero hasta donde llegue quiero seguir para que mi fuerza y mis pasos sirvan de algo en este mundo. Siempre hay un precio por la libertad ¿Cuánto vale mi sangre?

Luis Vara

2 comentarios:

Voces en la Obscuridad dijo...

Muy bonita la historia, se ve que tienes una gran capacidad para escribir. Me gusta como piensas y la verdad se disfruta al leer tus historias. Sigue asi, sigue adelante.
Atte.
Karina F.

Gabo Alfaro dijo...

Muy bueno! Gracias por el comentario en mi blog y por la recomendación te lo agradezco mucho.

Publicar un comentario